 Carne de cañón
Poncho (Teja), buenas tardes, excelente comentario (ver texto “Amarga Navidad”, sobre la familia de la Señorita Sinaloa), visto desde otro cristal totalmente diferente. La verdad que sí hay que tener mucho cuidado con los hijos: son carne de cañón, para los criminales. Supe de un narco de aquí de Monterrey, que estaba enviando chavitas de este tipo hasta Australia con droga. Se la pagaban en $25,000.00 dólares el kilo; a cada niña le pagaba el viaje y $2,000 dólares más. Y hay miles de narcojuniors aquí, en todo Monterrey, en sus BMW, Audi, Mercedes, Hummer, Lobo, Cheyenne; pero la lana es canija; ¿quiénes mantienen los téibols, los casinos? Date una vuelta por una colonia de termino medio en horas productivas (por la zona de Cumbres, por ejemplo), y están en las cocheras de casas que valen la mitad del valor de los carros. Y así no tiene que ser en Contry, Valle, Vista Hermosa. Recuerda que hay tres cosas en la vida que no se pueden ocultar: el amor, el dinero, y lo pendejo. Lo de esta niña tiene mucho fondo: es la punta del iceberg, ella es un instrumento, coincidencia. Primero el lugar: Guadalajara; segundo: ella; y aparte gana el concurso de Bolivia; por lo general viajan con una montón de maletas; ¿las revisan? No sé cuántas veces ha ganado Colombia pero, ¿no se te ocurre que estos concursos sean para eclipsar juntas o reuniones de los capos?; y más en Bolivia, donde aparte de la coca, hay mujeres, pues son la mayoría, como las de San Luis, que las ves aquí, en la embajada de ese estado todos los domingos (la Alameda). ¿Cómo disfrazar tantos viajes a Centroamérica?; pues la verdad, está para guión de una peliculota, con actorazos de primer nivel (Pacino, Harrison Ford, Deep). Saludos y felices pascuas.
Gerardo H. Contreras
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