874
30 Agosto 2011
logo
SIGUENOS EN facebook tweeter
The Web

ANÁLISIS A FONDO
Periodistas en la mira
Francisco Gómez Maza

Van de gane: dos reporteros han sido ya asilados en EU
Los otros ya son “muertos que viven debajo de la tierra”

Ciudad de México.- Buenas noticias para algunos, los “más afortunados”, mensajeros de las noticias, que sufren persecución por la noticia.

El camarógrafo Alejandro Hernández Pacheco, de la empresa Televisa, se convirtió en estos días en el segundo periodista mexicano en recibir el beneficio de asilado político en Estados Unidos.

Jorge Luis Aguirre, chihuahuense, editor del periódico digital lapolaka.com, fue el primero en recibir ese beneficio migratorio, después de casi dos años de solicitarlo al gobierno de Washington.

Emilio Gutiérrez Soto, del Diario de Juárez; Ricardo Chávez Aldana y Alejandro Hernández, mientras tanto, esperan, esperanzados, que el gobierno de Barack Obama los considere sujetos de asilo político.

En Canadá está ya asilado Luis Horacio Nájera, ex corresponsal del diario de Ciudad de México, Reforma.

El denominador común de estos colegas es que tuvieron que huir de México acosados, asediados, perseguidos, amenazados de muerte, en esta locura sin fin del combate al narcotráfico y al crimen organizado.

Hernández Pacheco, actualmente establecido en El Paso, solicitó el asilo político después de ser privado de la libertad a manos sicarios del cártel de Sinaloa; ser liberado por sus captores ─el creyó que lo matarían─ y, después, ser presentado ante los medios de comunicación, en una acción absolutamente imprudente de autoridades gubernamentales mexicanas, quienes lo exhibieron como testigo en potencia contra el cártel de Sinaloa y, así, pusieron su vida en grave peligro, como lo testimonió Carlos Spector, su abogado.

Jorge Luis Aguirre fue amenazado de muerte en el 2008, poco después del asesinato del reportero de asuntos policiacos de El Diario, Armando “El Choco” Rodríguez. Luego de casi dos años de exilio, al que tuvo que recurrir también por el hostigamiento político y la intimidación por parte del ex secretario de Seguridad Pública estatal, Víctor Valencia de los Santos, el reportero logró que Washington le otorgara la condición de asilado.

Los periodistas que pudieron librar la acción del ajusticiamiento, de la ejecución, “la libraron”, pero a costa de su oficio, y de su vida diaria. No obstante, continúan vivos.

Los otros, a quienes no les dio tiempo ni de abrir la boca para pedir auxilio, duermen ya el sueño de los justos; son ya “muertos que viven debajo de la tierra”, como canta el poeta chiapense, Jaime Sabines.

En los ocho meses que han corrido de este fatídico y desgraciado 2011, manos criminales desconocidas, aún no identificadas y menos castigadas, han asesinado a seis periodistas en México. Sin incluir los 74 muertos perpetrados, desde 2000, cuando una derecha irracional, loca, neurótica asumió el mando de la nación. Todos, abatidos violentamente en la dramática historia de la guerra del narco.

El asesinato más reciente, calientito, fue el de Humberto Millán Salazar, director del diario digital “A discusión”, y comentarista del Grupo Radio Fórmula, cuyo cadáver fue hallado la mañana del jueves pasado en el mero Culiacán, en el estado de Sinaloa, la tierra del poderoso e influyente Joaquín “El Chapo” Guzmán, el capo más buscado por los cuerpos militares y policiacos, que no los de inteligencia, porque ésta no existe, pero jamás ni siquiera “hallado”, menos encontrado, desde que se “fugó” del penal de Puente Grande, en el estado de Jalisco. Se habla de que en el asesinato estarían involucrados connotados políticos sinaloenses.

De frente a esta triste y desesperanzadora realidad, el Premio Pulitzer y catedrático de la Universidad de Columbia, Joshua M. Friedman, analizó recientemente diversos temas vinculados con el ejercicio informativo en México, en escenarios de violencia, que implican atentados a la integridad física de los periodistas que cubren la guerra, autocensura en los medios informativos, y falta de organización efectiva de los reporteros.

El también ex presidente del Comité para la Protección de los Periodistas presentó una radiografía mundial acerca de la coacción a los profesionales de la información, que va de las amenazas, privación de la libertad, hasta el asesinato.

Ante estudiantes, profesores e investigadores de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), Friedman reveló que Rusia y México son los países con la mayor tasa de agresión y de asesinatos contra los reporteros.

“Por la impunidad, los periodistas son vulnerables”, argumentó el académico estadounidense.

El profesor de la Universidad de Columbia alertó: “En México no hay mucha organización entre los periodistas para protegerse”.

Y lo que es más grave, decimos nosotros: no existe una solución ante la complicidad de los medios con los diferentes poderes. La Internet, aunque Friedman la sugirió para evadir la censura, está comprobado que no es ninguna garantía para salvar la vida.

Por otro lado, en la Cámara de Diputados de México se trabaja, aunque muy lentamente, demasiado lentamente, para fortalecer la legislación en defensa de la libertad de expresión y federalizar el delito en contra de comunicadores, para lo cual se busca convertir en ordinaria la Comisión Especial de Seguimiento a las Agresiones a Periodistas y Medios de Comunicación. Este objetivo está agendado para ser abordado por los diputados en el próximo periodo ordinario de sesiones.

Actualmente, las agresiones a periodistas y medios están tipificadas como delito del fuero común y caen en la jurisdicción de las autoridades de procuración de justicia estatales.
Los estados que más agresiones contra periodistas reportan son Michoacán, Sinaloa, Chihuahua y Nuevo León.

http://analisisafondo.blogspot.com/
analisisafondo@gmail.com

 

 


¿Desea dar su opinión?

Su nombre :
Su correo electrónico :
Sus comentarios :

 

UNI_Flyer

poster

kurosawa

unez

q90

quincena

 
logo2  
  © Luis Lauro Garza Hinojosa