PUNTOS CARDINALES
Mejor voto que bota
Óscar Palacios

San Cristóbal de Las Casas.- Aunque parece que ya estoy olvidando que algún día fui joven, quedan en la mente algunos resabios de aquella etapa que a veces percibimos como un sueño. Fue el tiempo de las ilusiones ─¿perdidas como las de Balzac?─, de los proyectos, de la intensidad suprema, de “me como al mundo”. A mi generación le tocó las chamarras de cuero, Elvis, Los Beatles, los horribles pantalones acampanados, James Dean como ejemplo de rebeldía y en ese entramado de signos de “modernidad” llegó el mayo del 68 francés ─hagamos el amor y no la guerra─ y el fatídico y vergonzante 2 de octubre ─no se olvida─ en Tlatelolco. La revolución cubana permeaba en nuestro interior. Queríamos cambiar al mundo. No queríamos más autoritarismo, ni impunidad.

Todo este mar de recuerdos llega hasta nosotros cuando leemos que un sondeo de la UNAM reveló lo que piensan los jóvenes ante la crisis de valores que vive nuestra sociedad. Los muchachos de entre 15 y 19 años eligieron seguridad en lugar de libertad. A eso agreguemos que favorecen la tortura y la pena de muerte. Violencia contra violencia. Cuarenta y tres años después del 68, nuestro país ha dado un giro que rebasa los grados que uno pueda pensar. La juventud no tiene ideales, valores, tiene instantes. Fugas: alcohol, droga, sexo. Vivir el tiempo enardecido. Ninis, sin esa abstracción que se llama futuro de nunca llegar.

Y se nota que la influencia de la televisión está presente. Matar al malo aunque se atropellen garantías individuales. No saben, o no quieren saber, lo que eran las dictaduras en Sudamérica en los años sesenta del siglo pasado. La libertad es algo inmanente. Está en nosotros. La seguridad ─cierto, se ha perdido─ es algo que se puede mantener, primero con educación y empleo y luego con cuerpos policiacos bien pagados y bien checados. Lo que me preocupa es que esa juventud le crea a Calderón y su insana guerra y nos arrastre a un golpe militar. Ya lo he dicho: prefiero el voto a la bota.

En ráfaga
El gobernador de Michoacán, Leonel Godoy, habló con Beltrones y Moreira. El pretexto es lo de menos. Elucubramos: ¿no será que en lo oscurito negociaron apuntalar al candidato perredista Aureoles, sacrificar al priista Vallejo y darle a Calderón Cocoa amarga con el fracaso electoral de la hermana incómoda? Se dan casos.

Ya pescaron a Yunes con casi 70 millones de desfalco. Alguien va a ir al bote ─no falta un chivo expiatorio─ por tocar con el pétalo de una rosa corrupta a la maestra ídem. Ya sabemos, ella pondrá al servicio de Cocoa “la vocación social de los maestros”. Impunidad habemus.

Los millonarios han pedido al gobierno un impuesto especial para contribuir a salir de la crisis que se vive. Ni lo sueñen, no son los millonetas mexicanos, sino franceses. Los de aquí se la pasan sin pagar impuestos y demandando a Hacienda para que les regrese otro poquitín.

En Chiapas, con tal de quedar bien con el gran dedo elector, uno de los suspirantes ─si es de tal palo─ hijo de papi ministro de la Suprema Corta─ tal astilla, bien nos iría. Resulta que el rector de la Unach, Jaime Valls ya implementó una maestría en “gestión de los objetivos de desarrollo del milenio”. ¿Qué ser eso?, diría un gringo. Nomás es para decir: “jefe, aquí estoy”.

Monsiváis lo hubiera incluido en su humorismo involuntario. Resulta que el senador verde-verde Velasco, dizque sus amigos hicieron circular una encuesta al parecer inexistente donde lo colocan en primer plano como candidato del PRI-Verde a la gubernatura chiapaneca. No mencionó a los candidatos de los otros porque no cabe duda que es una de sus jaladas juveniles. Dudo que el tricolor se incline por él. Tiene varios nombres en el tablero: Samy, María Elena, Josean y Albores Gleason.

Y a propósito de Josean. Se nota que ya está en la mira. Primero el mártir de la libertad de expresión Elnecavé lo acusó de la agresión nunca aclarada por las autoridades correspondientes y ahora lo sindican como defraudador. Todo por encabezar las encuestas. La guerra versión Chiapas ha comenzado.

Y ya con esta me despido: ¿reelección de diputados? Nuncamente.¿Por qué mejor no luchamos para la reducción de diputados? Que nos quede de tarea.

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