adán
18 Noviembre 2011 / República amorosa / Víctor Reynoso
sargoni@hotmail.com
Lamentablemente Víctor, si el “análisis” que presenta se basa en la información provista por los medios, es entonces ya de por sí limitado (no hay que olvidar el cerco informativo de un lustro sobre AMLO, como él mismo reprochó al representante de Televisa en la entrevista). Máxime si se basa sólo en la entrevista de López Dóriga (y soslaya la de Alatorre hace 10 días, muy recomendable). Porque si se trata de analizar la propuesta del movimiento de AMLO (que no la del Prd, pt o mov. ciudadano, es decir, de los partidos), que aboga por una renovación (que no diseño) de las instituciones, el lugar indicado para hacerlo no son las entrevistas de tv sino la propuesta de 10 puntos para transformar a México. Por otro lado, si su educación política lo limita a sólo ver cristianismo en la 'república del amor' (en lo personal no me gusta esta frase), como se ve a la virgen de guadalupe en el nombre de MoReNa, se comprende entonces que no se pueda ver a la fraternité (como el mismo AMLO lo expuso) como centro de su idea de república del amor. Una fraternidad que sería la base de la solidaridad, perdida ésta con la imposición del neoliberalismo. Me llama la atención su último párrafo. AMLO no ha propuesto ninguna vía corta (de nuevo: fundarse en la Tercer Grado trae confusión), y ¿acaso la vía larga es la que estamos viviendo, la que nos ofrece Salinas -no el PT- en el 2012? ¿Atenco en el final de la administración previa en 2006, y todo lo que hemos visto en este sexenio y lo que veremos en lo que queda, son logros difíciles y costosos?

Graciela Salazar Reyna
17 Noviembre 2011 / Palabra de los Lectores
gracielasreyna@hotmail.com
Problema grave entre los pueblos, el temor a términos o conceptos que gobiernos sometedores, imperialistas, han desprestigiado intencionalmente y a ultranza, al proteger sus intereses; por eso, socialismo y comunismo equivalen al “coco” que temen los niños. Interesante sería que cada integrante de la sociedad se hiciera cargo, es decir, se responsabilizara de manera planeada y organizadamente, de decidir mejores condiciones de vida para todos en una nación como esta, la mexicana; donde hace tanta falta vindicar valores.

Graciela Salazar Reyna
18 Noviembre 2011 / República amorosa / Víctor Reynoso
gracielasreyna@hotmail.com
Malas comparaciones
Mi primer cuestionamiento a “República amorosa” sería la comparación entre dos personajes tan distantes uno de otro: Beltrones y López Obrador. Por otra parte, no me referiría yo a la “bondad” de los políticos sino a la honradez con la que construyen su trayectoria política. No considero tampoco que cimentar instituciones y promover valores sea cuestión de “énfasis”, debieran, deben estar implícitos éstos en cada tarea realizada para el bien de un pueblo; además, los valores humanos esenciales no tienen color, religión ni raza, son, simplemente. Ahora, difícilmente puede generarse “buena política” de instituciones insanas, donde quienes se hallan al frente se han convertido en funcionarios corruptos, insensibles e ineptos para decidir y actuar como se debe en ellas.
Otro aspecto de llamar la atención es cómo se critica de principio a fin, en este artículo, el que López Obrador apele a valores que el autor llama religiosos y al mismo tiempo acuda al viejo cuento religioso de que “el camino al infierno…”, etc. etc.
En cuanto a los orígenes partidistas y relaciones personales o políticas de pureza, tendríamos que buscarlos en la raza aria, por decir algo; y esa vinculación salinista, ¡por favor!, si el senador debe ser uno de los mejores amigos cercanos a ese personaje que no olvidaremos, por haberse puesto en huelga de hambre unos minutos, mientras los medios cubrían la nota; podríamos citar otros motivos inolvidables, basta ir a los archivos.
Por último, la referencia a la “democracia mexicana”, relacionada con la pasión hacia caudillos y los respectivos atajos, es harto cuestionable, empezando por el concepto casi de ficción y considerando que la democracia no radica en que todos podamos votar; es, en pocas palabras, un concepto que amerita una extensísima mesa de discusión.
Maestra de la UANL