ANÁLISIS POLÍTICO
Votar o callar
Miguel Treviño Rábago
eynosa.- Estimados lectores, reanudamos con mucho gusto nuestro Análisis Político, no sin antes desearles a ustedes y sus apreciables familias, un Feliz Año 2012, que ya se perfila como un año difícil en todos los terrenos de la vida nacional.
Este año elegiremos un nuevo Presidente de la República, 300 Diputados Federales de mayoría relativa y 200 de representación proporcional; 168 Senadores, varios Gobernadores, Ayuntamientos, etcétera. Así que de enero a julio los partidos políticos ejercerán una presión electoral tremenda sobre millones de mexicanos para “sacarles” los votos que necesitan para seguir viviendo del prepuesto nacional, o sea, de nuestros impuestos que religiosamente y sin consideración alguna, nos cobran el Gobierno Federal, los gobiernos de los Estados y los Ayuntamientos, sean del partido que sean. Todos viven de nosotros los contribuyentes, o dicho coloquialmente, somos los únicos “paganos”.
En julio tendremos la oportunidad de ir a las urnas electorales y ejercer nuestro derecho al voto. Y aquí es precisamente donde los ciudadanos y ciudadanas tendremos la oportunidad de manifestar nuestra conformidad con la situación política, económica, social, educativa, etcétera, que se vive en México, o en su defecto, demostrar nuestra inconformidad con aquellos que tienen hoy el poder y que nos han sometido a casi 6 años de miedo, terror, muerte, dolor, abusos, burlas y más penuria económica y pobreza.
Y cuando me refiero a los que tienen el poder, lo hago también señalando a los gobernantes de todos los partidos políticos y de los tres niveles de Gobierno. Porque usted estimado lector, tiene en su municipio, distrito o Estado “representantes” populares de todos los partidos políticos, que nada han hecho en favor de la ciudadanía. Cada uno de nosotros tiene la capacidad de analizar si el Presidente de México y sus Secretarios han estado a la altura de sus responsabilidades; cada uno puede saber si el Gobernador de su Estado se ha comportado decentemente con su pueblo; cada uno de nosotros sabe perfectamente si el Alcalde, el Diputado o el Senador han trabajado en beneficio de su comunidad, o sólo se han servido de la representación para enriquecerse y resolver sus problemas personales.
Las elecciones son la hora de la verdad. Cada partido político debe recibir su merecido. Lo que sembró es lo que debe cosechar. PAN, PRI, PRD, PT, Movimiento Ciudadano, Verde Ecologista y PANAL a través del voto deben recibir el apoyo o el repudio popular. Esto es en el caso de que usted haya decidido votar, porque conozco muchas personas que manifiestan que prefieren anular, romper o de plano negarle el voto a los candidatos de todos los partidos. Y es que están hartos de todas las mentiras, las promesas incumplidas, las sinvergüenzadas y la nula representación de los funcionarios públicos en sus entidades, distritos y municipios.
A menos que tenga usted mucho qué agradecerle a determinado funcionario o representante de un partido político, entonces “nobleza obliga” a que usted le refrende su apoyo en las urnas. Así si usted cree que el Partido Acción Nacional (PAN), sea cual fuere su candidato, merece retener la Presidencia de la República 6 años más y que nos merecemos más de lo mismo, la boleta electoral será su instrumento de agradecimiento a los Gobiernos de Fox y Calderón. En sentido contrario, si usted como ciudadano libre y pensante, cree que sería mejor que regresen a Palacio Nacional los mismos “dinosaurios” del PRI que ya gobernaron 70 años a México, pues usted tiene el voto en la mano para concretar ese brinco al pasado jurásico.
La tercera vía ─que es la más difícil y compleja─ sería la de elegir al candidato de lo que se llama “la izquierda” mexicana y que se agrupa en el PRD, PT y Movimiento Ciudadano, antes Convergencia. No tiene caso analizar las opciones del Verde Ecologista y la del PANAL, puesto que ya decidieron ir en coalición con el viejo PRI, que para sorpresa de todos, nos adelanta la Semana Santa, con la resurrección de los priistas que representan lo peor y lo más nefasto de la historia política mexicana.
Realmente Enrique Peña Nieto, candidato del PRI, no sólo se ha dedicado a cometer las más risibles “pifias” personales, sino que ahora demuestra una total insensibilidad política al “armar” un equipo con lo peor del priismo nacional. Nada más de ver y escuchar los nombres de los “muertos resucitados” pasamos del asombro a las náuseas.
El comportamiento erróneo, absurdo y hasta cínico del PRI y sus candidatos, no hacen más que elevar las posibilidades de que el PAN repita en la Presidencia otros 6 años, o bien, que en un golpe electoral rayando en el milagro, el candidato de “las izquierdas” gane las elecciones aunque sea con medio punto porcentual, como lo logró Felipe Calderón. El PAN y “las izquierdas” deben estar de plácemes ante un candidato del PRI que no muestra la mínima inteligencia para aprovechar la ventaja que hasta hoy le conceden las encuestas más confiables. El tricolor “renovado” se va desdibujando de manera vertiginosa, con el arribo de un montón de priistas criminales, ladrones, asesinos, saqueadores, etcétera. Usted los conoce estimado lector, y es obvio que los repudia e indudablemente les negará el voto en las próximas elecciones.
De buena fuente sabemos que al interior de los tres partidos de “la izquierda” la rebatinga está a todo vapor. Poco les importa el triunfo de López Obrador, porque lo único que les interesa a los dirigentes nacionales y estatales del PRD, PT y Movimiento Ciudadano, es “colocarse” en Diputaciones, Senadurías y Ayuntamientos para seguir medrando con los dineros públicos. Las candidaturas de mayoría relativa, es decir, las que se tienen que ganar con votos en las urnas, se están entregando a hombres y mujeres ajenos a esos partidos, sin ideología, sin trayectoria, sin méritos y sin convicción. Muchos de ellos están desde ahora condenados a una derrota aplastante. Lo “curioso” es que los dirigentes de esos partidos hacen cuentas alegres de supuestos triunfos que estamos seguros nunca llegarán. Y en las “listas” de plurinominales ya están inscritos todos los amigos más allegados a López Obrador y los dirigentes nacionales y estatales. Todos seguros que habrán de cobrar en las nóminas los próximos 3 y 6 años. Los auténticos militantes del PRD, PT y Movimiento han sido ignorados y despreciados. A ellos solamente les imponen la obligación de votar y callar.
Un ejemplo de ello es Tamaulipas, donde varios aspirantes a ser candidatos a Senadores por el PRD, PT y Movimiento, ya pisaron o están encarcelados en penales del Estado. Y mientras unos argumentan que son venganzas del Gobierno del Estado, otros demuestran que son venganzas personales de los mismos dirigentes perredistas que ni trabajan ni dejan trabajar. Otro numeroso grupo de militantes se preparan para denunciar públicamente, que les fueron negados los registros de sus candidaturas a diputaciones y senadurías, a pesar de tener méritos y ser auténticos militantes de esos tres partidos. El colmo de los colmos, y tal vez lo desconozca el Señor López Obrador, es que los dirigentes “izquierdosos” pretenden postular en Tamaulipas y Nuevo León, a reconocidos priistas, panistas y gordillistas del Panal. Y si quieren nombres estamos listos para proporcionárselos en próxima entrega.
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