Suscribete
992 13 Febrero 2012

Aula virtual
Ismael Vidales Delgado

Monterrey.- Este trabajo fue realizado por el Área de Investigación del Colegio de Estudios Científicos durante el semestre de agosto 2010–enero 2011,  en un grupo del Plantel “María de Jesús Dosamantes”, ubicado en la comunidad La Estanzuela, caracterizada por las dificultades socioeconómicas y de violencia que inciden en el alumnado y que constituyen el contexto del plantel.

Esta no es propiamente una investigación en el sentido clásico de ésta, se trata más bien de una historia de sueños y desengaños, que derivan del acompañamiento a una experiencia educativa que se originó en la participación de una maestra del Colegio en el Taller para la Planeación y Diseño de objetos de aprendizaje del Bachillerato Tecnológico, que se  realizó en la ciudad de México del 7 al 11 de junio de 2010, convocado por la Coordinación Sectorial de Desarrollo Académico (CoSDAc) que derivó en el compromiso de impulsar el uso del aula virtual en apoyo a la enseñanza en  las asignaturas del primer semestre del Bachillerato Tecnológico: Tecnologías de la Informática y la Comunicación (TICS) y Matemáticas I Curso.

Debido al carácter polisémico del término “tecnología” que permeó todo el trabajo, fue necesario redefinir el término deslindándolo de otros con los que suele guardar cierta sinonimia convencional. Este primer paso era indispensable para establecer un código de entendimiento entre los actores intervinientes en esta experiencia educativa y entender por “tecnología” solamente los recursos que estuvieran a nuestro alcance y no los que teóricamente citan los expertos.

Lo primero que encontramos en el ámbito escolar fue la aspiración legítima y reiterada de los docentes de que en su plantel se hiciera realidad la conectividad a la Internet.

Los docentes razonaron esta aspiración en su convicción de que la Internet y el uso de las TIC son portadoras per se de un componente pedagógico, que nosotros no teníamos identificado, surgiendo así un elemento más de interés para realizar este trabajo, con el temprano desencanto de que nuestros esfuerzos económicos no fueron suficientes para que la empresa Telmex, garantizara el servicio ininterrumpido y suficiente para contar con el servicio de Internet requerido.

En el caso que nos ocupa, tanto la Internet como las TIC, eran imprescindibles para realizar esta experiencia sobre el uso del aula virtual como coadyuvante educativo.

Otro sueño y otro desengaño. Soñamos con que todos los muchachos tendrían disponible en la escuela y en su hogar una computadora conectada a la Internet. El desengaño es que en la escuela no se logró la conectividad y en la casa sólo encontramos dos computadoras sin conectividad, lo que nos produjo el desengaño: el uso de la Internet y las TIC son un problema irresoluble en el corto o mediano plazo. La miseria en la familia y en la escuela pública constituye una realidad lacerante que hace imposible cualquier aspiración de instalar la tecnología como coadyuvante suficiente y pertinente de la educación.

El sueño inicial nos permitió elaborar el plan de trabajo; todos participamos: dos maestras, el grupo, los directivos del plantel, los directivos del Colegio, inclusive algunos padres de los muchachos. Se estableció un plan de ruta, tareas, acciones, responsables y fechas de cumplimiento. Como el que venía cayendo desde el piso número 50, cuando pasó por el 25 dijo: hasta aquí voy bien.

Las maestras seleccionaron los temas de las asignaturas a su cargo, que llevarían al Aula Virtual. Había entusiasmo, compromiso y una gran esperanza.

El desencanto surgió cuando constatamos que las maestras no tenían computadora. La institución regaló una a cada maestra. El salón no tenía proyector. ¡Se instaló un proyector nuevo!

El entusiasmo no decaía, los muchachos veían con expectación que sus maestras cargaban diariamente su laptop y el salón tenía un proyector. Seguramente se plantearon expectativas importantes.

El júbilo llegó a su clímax en los muchachos cuando empezaron a recibir una USB y cincuenta pesos cada semana para que fuesen dos veces a un ciber café a realizar las tareas que las maestras habían puesto en la plataforma gratuita

http://www.redinnove.com/eduvirtual/

cedida por la Cosdac donde estaba instalada su Aula Virtual.

Las maestras estaban recibiendo asesoría de la maestra que servía de enlace entre el Colegio y la Cosdac, realizaban reuniones frecuentes, dispusieron de otros insumos didácticos y materiales que garantizaran la realización de esta experiencia, en lo posible, sin contratiempos.

El desencanto sobrevino cuando constatamos que las maestras desconocían lo que es un Aula Virtual y por lo mismo, se limitaron a utilizar el correo electrónico para interactuar con sus alumnos mediante tareas y actividades convencionales.

Los estudiantes, sin embargo, hablaban de un gran cambio, ahora estaban siendo atendidos individualmente, se sentían personas con nombre y apellido, perfectamente conocidos por sus maestras.

Aquí, debemos reconocer, que si bien el Aula Virtual como tal prácticamente no funcionó, tuvo un efecto colateral que refrenda una verdad de sobra conocida: ¡ninguna tecnología va a sustituir la relación afectiva que puedan establecer los buenos maestros con sus alumnos!

Esta experiencia comprueba que la tecnología es una herramienta y no un fin en sí misma, que puede ser bien o mal utilizada y que su sola presencia en el aula o en la casa no es garantía de buena educación y menos de logros académicos explícitos.

El acompañamiento llevó el registro sistemático de las incidencias de esta experiencia académica que con humildad compartimos en el Reporte de investigación, que ustedes tienen en sus manos.

Conviene recordar que el uso de la tecnología en apoyo de la enseñanza ha sido una aspiración permanente en México y en algunos casos ha logrado buenos resultados y en otros ha provocado tremendos fracasos.

En el período de 1966 a 2011 destacan eventos como los siguientes:

En el ciclo escolar 1966-1967 la SEP estableció un modelo piloto que consistía en utilizar la radio y la televisión para suplir las carencias de escuelas y maestros en el ámbito rural en el nivel básico.
En 1971 el modelo se consolidó como Telesecundaria y se amplió a todo el territorio mexicano.
De 1985 a 1995 se desarrolló el proyecto Computación Electrónica en la Educación Básica (Coeeba-SEP) orientado a utilizar la computadora en el aula y a familiarizar a los maestros en su uso como instrumento de apoyo didáctico.
En 1995 la SEP creó el sistema de Educación Satelital (EDUSAT) que trabaja en conjunto con el ILCE, la ANUIES e instituciones públicas y privadas de México.
En 1997 la SEP establece la Red Escolar aprovechando los recursos del sistema EDUSAT y las conexiones de Internet.
En el año 2000 se formaliza el programa e-México para integrar las TIC en todos los niveles educativos.
En 2001 la SEP y el ILCE establecen el programa SEPiensa portal educativo de educación básica y media para México y Latinoamérica.
En 2003 se inicia el programa Enciclomedia para equipar con esta novedad tecnológica las aulas de quinto y sexto año de educación primaria.
En el 2009 la SEP establece el Programa de Habilidades Digitales para Todos (PHDT), dirigido a docentes y alumnos de educación básica.
Además, no debemos escatimar méritos a las primeras experiencias educativas por radio en la sierra tarahumara en 1955; ni a don Víctor Gallo Martínez, quien al frente del IFCM utilizó la radio para llegar a los maestros geográficamente marginados.

En este contexto es que surge el Aula virtual: software de tele formación que proporciona un entorno para el desarrollo de cursos de formación a distancia e interacción entre docente y alumnos.

Nuestro trabajo se inscribe en el modelo semi presencial o b-learning, ya que el proceso educativo se desarrolló tanto en el aula virtual como en el aula física, involucrando los recursos de la Internet  y las actividades desarrolladas por las maestras participantes para la impartición de las asignaturas de Tecnología de la Informática y la Comunicación y de Álgebra.

El grupo que participó en este trabajo, estuvo integrado por 43 alumnos, 24 hombres y 19 mujeres, cuyas edades fluctúan entre 14 y 17 años. Estudiantes que provienen de las secundarias aledañas cuyo promedio oscila en el 7. Su gusto por las matemáticas y por el lenguaje en general es muy bajo.

Sus habilidades para manejar la computadora son pocas y deficientes. Más del 60 por ciento de los estudiantes dicen que aprendieron a usar la computadora en su casa, otros tomaron cursos breves y muy pocos dicen haber aprendido a usarla en la secundaria. La habilidad dominante es el uso de la Internet (correo electrónico, chat, facebook, twiter, etcétera).

La información generada durante este proceso fue recogida mediante varios instrumentos de corte cuantitativo, como el cuestionario y la escala; otros de carácter mixto, como las entrevistas semi estructuradas; y otros de tipo cualitativo, como los registros de observación y las entrevistas libres.

El trabajo recurre a la triangulación metodológica en cuanto utilizó instrumentos de corte cuantitativo y cualitativo. 

Las conclusiones a las que llegamos, entre otras, son:

1.- El uso de las TIC y el aula virtual en un ambiente de pobreza, marginación y violencia es por ahora una quimera y no puede considerarse seriamente como un recurso de intervención educativa, a menos que vaya acompañado de otros componentes que tienen que ver con la disposición de conectividad y dotación de equipos y licencias de Internet gratuito en las escuelas y los hogares.

2.- Los docentes no se encuentran capacitados para elaborar y operar recursos específicos del Aula Virtual, por lo que su implantación sin haber solucionado antes este problema, significará una pérdida de tiempo. Además, casi todos, tienen otro empleo en el turno inmediato, lo cual hace imposible que interactúen con los estudiantes fuera del horario de clases regular.

3.- El uso de las tecnologías puede ser un factor que contribuya a recobrar la identidad del estudiante, en poblaciones que alternan el uso del aula virtual con el aula real.

4.- Las TIC por sí mismas no provocan ningún cambio en las formas de enseñar de los maestros ni en las formas de aprender de los estudiantes, por lo que resulta riesgoso apostar en ellas más allá de lo razonable.

5.- El uso del aula virtual como recurso coadyuvante en la educación de los estudiantes del plantel estudiado no generó mejores prácticas de enseñanza en los maestros, ni mejores logros académicos de los estudiantes.

6.- Las competencias digitales de los estudiantes son prácticamente inexistentes.

7.- La plataforma nacional utilizada para la realización de este proyecto, registró fallas frecuentes como la asignación tardía de las claves de usuario y de pasword, y tiempos prolongados fuera de servicio.

 

Su nombre :
Su correo electrónico :
Sus comentarios :

 

La Quincena NÂș92

Colegio Civil

SADE

15diario.com