¡De panzazo!
Ismael Vidales Delgado
Monterrey.- El documental de 75 minutos “De panzazo” me decepcionó, a pesar de sus tres años de preparación y el medio millón de dólares que costó, se queda en el nivel de obra menor. Se trata de un eslabón más de la zaga que Mexicanos Primero (muy ligados a Televisa), ha venido preparando con cifras oficiales recontextualizadas para hacer visibles diversas situaciones graves que enfrenta la educación en México. Su anterior trabajo fue el libro Contra la pared (2009).
Llama la atención su lanzamiento en tiempos electorales y con dedicatoria a Elba Esther Gordillo -que no es santo de mi devoción y con un poder del tamaño del miedo y las negociaciones presidenciales-, con el arte de Juan Carlos Rulfo, heredero de un apellido incuestionable y autor de En el hoyo (2006) premiado en Festival de Cine de Sundance. Se cuela Carlos Loret de Mola autoinvestido de experto en educación, secundado en este mismo rubro por Federico Reyes Heroles, inteligente pero no experto en educación y Silvia Schmelkes, que si sabe y es experta.
El documental se presentó inicialmente el sábado 22 de octubre en el 9o Festival Internacional de Cine de Morelia, posteriormente en una sala cinematográfica del rumbo de Peri Sur en el Distrito Federal, el sábado pasado en Monterrey y el 24 estará en salas comerciales a nivel nacional.
De panzazo me parece un documental distópico y apocalíptico, con un buen número de juicios de valor muy cuestionables y la afirmación francamente desafortunada de Dennis Dresser que según Fernando García Ramírez “escribe buscando el aplauso de la galería”: “Un buen Secretario de Educación debe tener cojones”, y yo que había pensado que podía ser una mujer la Secretaria de Educación. Mejor vuelvo por mis pasos y exijo que quien ocupe esta cartera sea hombre o mujer, (sus genitales poco significado tendrían) debe poseer al menos: acendrada ética, expertiz en la docencia, cultura sólida, y pasión por la educación, sólo así podrá refundarse la SEP, pues con su estructura actual, ya no responderá a las urgencias del país en este tema nodal.
El documental, pretende mostrar la situación de la educación en México, y aunque recoge cifras duras del nivel básico, omite espacios igualmente importantes como la educación indígena, la educación especial, la educación inicial (prácticamente olvidada), la media superior (empantanada en una Reforma Integral, que no es lo uno ni lo otro y de la que se han deslindado la UNAM y el IPN), la superior, la capacitación para el trabajo. Tampoco habla del enorme rezago en alfabetización y escolarización que acompañan irremediablemente a los subempleados, a los sin-empleo, a los emigrantes.
La cinta deja fuera el análisis de las credenciales de los Secretarios de Educación y los titulares de los cargos cupulares en las entidades federativas donde hay mucha tela de donde cortar.
Tampoco habla de la compulsión por evaluar a través de Enlace con todas sus aberraciones; sobrevalora PISA y pretende equipararnos con cepas de otra naturaleza, sin aclarar que esta evaluación está imbricada con el Banco Mundial y no representa al mundo; no habla tampoco de la fiebre que priva en las secretarías de educación de las entidades y en las Instituciones de Educación Superior por obtener certificaciones de todos colores y sabores que han sustituido los reglamentos y manuales de procedimientos para entrar a la moda de la pedagogía empresarial que abre insospechados nichos de negociaciones insanas, y que no ha considerado la revisión de las fortunas que se construyen al amparo de estas certificaciones; tampoco explora nada sobre las compras a “proveedores de gobierno” que venden mucho más caro que cualquier otro y en ese grupo van los Comités Constructores de Escuelas que construyen y equipan a precios superiores que los del mercado abierto.
Por esto y más, el documental debe ser visto con muchas reservas, pues no muestra el espectro total del estado que guarda la educación en su conjunto, ni se ocupa de las prácticas exitosas y del heroísmo de muchos docentes, no vale ni siquiera como muestra representativa. Pero no por esto deje de verla el próximo 24, el mejor juicio sobre este documental, es el suyo.
ividales@att.net.mx
