Suscribete
1006 2 Marzo 2012

Votos “flotantes”
Miguel Treviño Rábago  

Reynosa.- Aunque algunos lectores y lectoras se enojan conmigo al punto de insultarme porque no escribo lo que ellos o ellas desean leer, una y otra vez les agradezco sus comentarios y les subrayo que algunas de mis columnas las redacto con el ánimo descarado de provocar reacciones, no en los que ya están convencidos por quién votar, sino en los que no terminan de decidir.

Soy de los que no cree en las encuestas y por lo tanto sigo pensando que hay miles de mexicanos que ahora sí están perdidos entre las mentiras del PAN, del PRI y del PRD. Esos que llaman “indecisos” serán los que van a definir el resultado de las próximas elecciones. 

¿Cómo saber por quién votarán en julio millones de mexicanos? Creo que no hay manera. Las encuestas son pequeñas muestras de pequeñísimos grupos de ciudadanos a los cuales se interroga personalmente o por teléfono. Unos ya están convencidos por cuál partido votarán, otros se niegan a decirlo, y otro porcentaje contesta simplemente con un “no sé”. Así las diferentes empresas encuestadoras ‒que son un negocio como cualquier otro‒ presentan resultados muy diversos. Volvemos a lo mismo: Cada quién ve lo que quiere ver y escuchar lo que le agrada a su oído. Como en la tele, cada quién sintoniza el canal que lo divierte o idiotiza más. 

Las famosas encuestas son utilizadas como armas propagandísticas. Unas favorecen al PRI, otras al PAN y unas más a la mal llamada “izquierda” que ayer denunció a una “mafia” voraz y ladrona y hoy pregona su amor por ella.

¿Cómo entender esos bandazos a diestra y siniestra? Pero en fin, en el pecado llevarán la penitencia, dice el refrán popular. El caso es que las encuestas pueden engañar a muchos mexicanos con total impunidad. Pueden mentir sin que ningún organismo las vigile y certifique su honestidad. Olvidémonos del IFE que es un organismo traga millones de pesos y que no es nada confiable para ningún partido, pues ha demostrado ser un instrumento al servicio de quienes tienen hoy el poder. 

Intento que los pocos o muchos lectores de esta columna reflexionen y hagan a un lado lo que dicen las encuestas. En 2006 todos dábamos por hecho que López Obrador ganaría las elecciones presidenciales y así sucedió. Pero... los organismos electorales al servicio del poder panista representado entonces por Vicente Fox, dijeron que no. Se negaron al recuento de voto por voto y casilla por casilla, y el PAN con la plena complicidad del PRI, metió por la puerta trasera de la Cámara a Felipe Calderón y los resultados están a la vista: un país destrozado y desangrado sumido en una “guerra” sin brújula que debe de ser motivo para llevar al actual Ejecutivo ante tribunales internacionales por genocidio. 

Recordemos que cada partido político ya tiene una “clientela” cautiva por decirlo de alguna forma. Ese voto “duro” ya está en las urnas desde ahora a favor de Peña Nieto, Vázquez Mota, López Obrador o Gabriel Quadri. Son los votantes a los cuales les importa un cacahuate la buena o mala reputación de sus candidatos. Ellos ya están listos para ir a cruzar en la boleta los emblemas del partido de sus amores, sin pensar ni preguntar nada. Son “cuadrados” por el lado que los observe, no van a cambiar de opinión y no entienden razones de ninguna clase. Hay pues priístas, panistas, “izquierdistas”, morenos, morenas y panalistas que ya quisieran que fueran hoy las elecciones para presentarse a las casillas electorales. 

El sector interesante de la población, es el que no se ha decidido a votar por ningún partido. Y entiendo sus razones, porque los medios de información los confunden aún más. Seguramente usted ha escuchado a los simpatizantes de cada partido argumentar por qué razón deben seguir, regresar o llegar a la presidencia de México. Así los panistas se adornan con la sangre de 50 mil mexicanos muertos gritando a los cuatro vientos que sólo ellos han combatido al narcotráfico y que todavía no terminan de exterminar a todos los miles de “malos” que hay en todo el territorio nacional.

Los priístas argumentan que “ellos sí saben hacer las cosas” y que pondrán fin a tanta matazón. El problema es que nunca han dicho cuál es su fórmula para pacificar el país o si algo tienen de ciertas sus “negociaciones” con los grandes capos de México. 

Por el lado de las llamadas “izquierdas” (no termino de entender cuántas izquierdas han inventado o existen en este país) el sermón va en sentido inverso al PAN y al PRI: retirar el ejército de las calles en 6 meses y armar una Policía Nacional “honesta e incorruptible”.
¿Y cómo hacerlo si un buen número de gobernadores todavía no someten a exámenes de confianza a miles de uniformados?; ¿cuál es la varita mágica de “Harry” López Obrador para que en 180 días las policías sean confiables y los “malitos” depongan las armas y las drogas desaparezcan de las calles?

Del candidato del Panal de apellido Quadri no tenemos ni idea de su proyecto político-electoral, que suponemos debe ser el mismo de su patrona Elba Esther Gordillo, “chupasangre” del magisterio desde hace unos 23 años. 

Si la propaganda política está diseñada por expertos mentirosos y engaña bobos, si los medios mediante contratos publicitarios difunden también un montón de porquería, si los candidatos nos lanzan unos rollotes mareadores llenos de promesas que dan risa porque son irrealizables, si las redes sociales están saturadas de agresiones orquestadas en los sótanos más pestilentes de los partidos, si el IFE y los tribunales ya no merecen nuestro respeto por su actuar parcial, chapucero y centavero, si el dinero de los contribuyentes se dilapida simulando un proceso electoral “democrático y transparente”, mi pregunta es, ¿cómo pueden miles o millones de mexicanos decidir a quién darle su voto?; ¿cómo puede un encuesta de cien o mil personas determinar quién se perfila como virtual ganador de las próximas elecciones? No hay manera, por más que nos quieran convencer con sus rollos científicos, matemáticos y estadísticos. 

Las palabras se las lleva el viento. Las promesas están escritas sobre hielo. La propaganda es utilizada para el engaño político descarado. Los candidatos se niegan a fijar sus posiciones sobre los temas cruciales para el pueblo. ¿Cómo saber cuál candidato habla con la verdad y tiene una idea de cómo gobernar un país al borde del colapso? Fox fue Gobernador de Guanajuato y a los tres años estaba aburrido de la Presidencia. Calderón jamás gobernó un municipio o un Estado y observen cómo nos ha ido. Peña Nieto ha sido gobernador; López Obrador, jefe del Distrito Federal. Josefina Vázquez Mota nunca ha tenido esas responsabilidades, y Quadri nada. ¿Esas actividades pueden orientar a los indecisos? Algo, pero no mucho. 

¿Qué recurso se puede utilizar para ganarse el voto de los ciudadanos que aún no deciden? ¿Tal vez un examen escrito?, ¿su declaración patrimonial?, ¿sus calificaciones universitarias?, ¿su facilidad de palabra y sus argumentaciones en los dos próximos e insuficientes debates?, ¿sus bonitos spots publicitarios con los que nos van a bombardear abril, mayo y junio?, ¿sus peinados y sonrisas?, ¿sus cortas o largas trayectorias en el servicio público?, ¿sus vidas personales discretas o escandalosas?, ¿sus caras bonitas, naturales o acartonadas?, ¿su origen humilde, clasemediero o aristocrático?
La verdad es que los electores indecisos van a definirse a través de éstas y muchas preguntas más. Somos 110 millones de mexicanos con 110 millones de ideas y opiniones. 

Para terminar, le comento las fórmulas de dos políticos profesionales que me distinguieron con su amistad en Reynosa, Tamaulipas: Romero Flores Salinas, ex-alcalde, me dijo: nunca te olvides del refrán: “Dime con quién andas y te diré quién eres”. Y me subrayaba: “tú nomás fíjate con quién se junta un persona y saca tus conclusiones”. Y agregaba por si me quedaba alguna duda: “La gente honrada nunca se junta con bandidos”. Y la segunda persona fue otro ex-alcalde, José Cruz Contreras. Su fórmula simple fue: “Las elecciones se ganan con tres cosas: dinero, dinero y más dinero”.

Lástima que ya no estén entre nosotros. La pregunta para todos es: ¿ganarán los honrados o triunfarán otra vez los del dinero?

trabago49@hotmail.com

 

Su nombre :
Su correo electrónico :
Sus comentarios :

 

pq94

La Quincena Nº92


15diario.com