Suscribete
 
1009 7 Marzo 2012

Poetas jóvenes de Nuevo León
Eligio Coronado

Monterrey.- Los poetas tienen edad, pero la poesía no. A su vez, el oficio tiene etapas, pero no edad. Es muy difícil establecer cuándo un oficio es joven o viejo, porque esos términos no son adecuados para definir el estado de desarrollo de un oficio literario.

Cuando la poesía se manifiesta hay que escribirla, sin importar la edad de los autores, ni la etapa de desarrollo o crecimiento del oficio de éstos.

Es cierto que el oficio crece con la práctica y las lecturas y, de algún modo, con la experiencia de vida que van adquiriendo los autores, pero nada de esto es garantía si ellos (los autores) no tienen la voluntad de aprender.

Afortunadamente, en El sueño y el sol. Poetas jóvenes de Nuevo León nacidos entre 1985-1993, antología compilada por la también poeta joven Zaira Eliette Espinosa (Monterrey, N.L., 1977), encontramos voces interesantes y poemas estructurados con imaginación y rigor.

Se trata de textos que no se entregan a la primera lectura, lo cual habla de oficios que ya superaron la etapa promisoria: “el odio es (…) / la fruta del exilio” (Ignacio González Cabello: “Dolor”, p. 57), “No tengo sueños, los alquilo / y en ocasiones llego a sentir que son míos” (Alejandra Segura: “Ciudad sangre, p. 65), “Y pensar que estuvimos a sólo un cielo de distancia” (Natalia Luna: “Lunares rojos”, p. 73).

Vistos así, estos fragmentos no permiten determinar la edad de sus autores, lo cual es benéfico para el poema porque así el impacto de su lectura no resulta afectado. Dicho de otro modo: si el texto es bueno, no importa la edad del autor ni su género, religión, carácter, ideología, nacionalidad, cuadro clínico, estatura, grado de lucidez, etc.

¿Y la temática? ¿Puede la temática determinar la edad de los autores? Probablemente no. Acaso el tratamiento y el lenguaje, si no son demasiado obvios. Pero los poetas jóvenes de hoy son más inteligentes que los poetas jóvenes de ayer: “3. Sembramos en la cama los gemidos de luz, la piel se escurre en las sábanas” (Alexa

Legorreta: “En los viñedos de tu piel canto, p. 82), “una vez el viento enloqueció tanto / que al tocarme abrió llagas en mí” (Sofía Gabriel: “No somos tú y yo, p. 97), “Soy una lluvia gris que la marea, / indiferente, / toma entre manos, (…) / y se pierde en la arena, / apaciguada” (Xitllaly Rivero Romero: “Luego de leer una dedicatoria, p 17).

¿De quiénes son estos poemas? ¿De autores jóvenes o de autores adultos? Si no supiéramos que provienen de una antología de poetas jóvenes, ¿podríamos calcular su edad? ¿Y eso importaría? Porque de un texto lo que importa es que esté bien escrito, no la edad de su autor.  
  
Zaira Eliette Espinosa, comp. El sueño y el sol. Poetas jóvenes de Nuevo León nacidos entre 1985-1993. Monterrey, N.L., Ediciones Intempestivas, 2011. 102 pp.

 

Su nombre :
Su correo electrónico :
Sus comentarios :

 

pq94

La Quincena N�92


15diario.com