CRÓNICAS PERDIDAS
Premisas para llegar al análisis
Gerson Gómez
Monterrey.- A ti lo que te gusta no es el futbol, sino el dinero que ganan los futbolistas, sobre todo, los de primera división o los de la liga premier.
Los sueldos en dólares son perfectos. Los euros son el cielo al que pocos entran y que está entronizado con los inmortales en la tierra. Los pesos, sólo si no hay mas remedio, y eso es mejor que un transferible o terminando el contrato sin renovación.
Al primero conocido, lo conseguiste en internet y juega en España.
Voy a ir a Monterrey, mensajeo, con la selección, en fecha FIFA, contra la selección de Colombia.
Habían invertido seis meses enviando comunicaciones y fotografías que fueron subiendo de cabello, a ojos, a rostro, a medio cuerpo, a pose sensual, a desnudo parcial, a total en la penumbra, dejando a la sombra y la imaginación, el conocerse.
Después de eso contesto: te deseo. Emocionada respondiste: también yo.
A casa envió los boletos y un ramo de rosas. La nota, escrita a puño y letra: no faltes, tu principito.
Fuiste al estadio como quien va al templo a ver a dios.
Cada vez que tomó el balón y que desbordó la pradera derecha o la izquierda, turnando las posiciones, era como ir despojando, una a una, las prendas que llevas puesta.
Te encantaría no acarrear los braquets para besarlo, pero no lograste posponer la cita con el dentista, y te dejó apretada la boca.
Saliste del estadio sudada y húmeda. Lo primero te lo quitaste con una cerveza en las gradas, luego yendo a casa y duchándote antes de ir a la concentración en el hotel.
La tanga aromática firmada escondida en el fondo de la bolsa burberry. Se la regalaste apenas lo distinguiste y abrazaste, sintiendo endurecido el pene debajo del pants, en los sillones de la recepción.