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1042 23 Abril 2012

 

ANÁLISIS A FONDO
Herencia maldita
Francisco Gómez Maza

El nuevo tendrá que pagar abultadas facturas
Salvar a millones de la economía subterránea

Ciudad de México.- Sea quien fuere el “elegido” ─las encuestadoras suponen que Enrique Peña Nieto─, ganará la rifa del tigre, pues la herencia de Felipe Calderón es una herencia muy negra.

El sucesor del presidente tendrá que comenzar de inmediato, una vez cruzado con la banda presidencial, a pagar las onerosísimas facturas calderonistas en inseguridad y justicia, violencia, sangre y muerte, pero también en una terrible desigualdad social y económica, producto del desempleo, el empleo muy precarizado y la pobreza generalizada. El saldo de la inseguridad pública es aterrador.

Según el INEGI, sólo en 2010, hasta donde va su balance, hubo 10 millones 597 mil 584 hogares con víctimas de algún delito, lo que representa 36% de los hogares en el país, con más de 22 millones 714 mil 967 delitos cometidos y con una cifra negra –aquellos delitos donde no se inició averiguación previa– de 20 millones 897 mil 336, lo que equivale a 92 por ciento de todos los delitos.

No hablamos ahora de los saldos de la guerra contra el narcotráfico y la delincuencia organizada y su estela de cientos de miles de “daños colaterales”: secuestros, desapariciones, feminicidios, ejecuciones etcétera.

El saldo de la economía es indignante: un aparato productivo concentrado en muy pocas manos, con una legión de millones de desheredados. Una economía que no ha crecido más que poco más del 3 por ciento anual, que no sólo no ha creado nuevos puestos de trabajo sino que ha expulsado a millones a la calle, algunos de los cuales han tenido la suerte de encontrar una tabla de salvación, muy incierta, en lo que se llama economía subterránea o informal, que curiosamente es alentada por empresas en la economía formal, sobre todo para evadir al fisco.

Pero algo aún más contradictorio resulta ser la situación de la población que ha conservado el empleo, un empleo sumamente precarizado, con salarios nada remuneradores, con pagos por honorarios, sin chance de “hacer carrera” para una jubilación o pensión justa y que permita vivir decorosamente, sin seguridad social ni servicios médicos, sin prestaciones de ninguna clase.

Los jóvenes están entre los más destrozados por la política salvaje del capitalismo silvestre de Felipe Calderón. De acuerdo con la propia Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STyPS) de la administración calderonista, los profesionales ocupados con cuatro años de las licenciaturas más estudiadas son 5.6 millones, de los que 30% no trabaja en lo que estudió.

El INEGI ha reportado que el universo de personas que trabaja en la informalidad aumentó, en marzo en 741 mil 111 contra el mismo mes del año pasado. La tasa de ocupación en la economía subterránea se colocó en 28.76 por ciento de la población ocupada en marzo de este año, lo que equivale a 13 millones 679 mil 828 personas, de acuerdo con la metodología conservadora de los econometristas del instituto.

El Centro de Análisis Multidisciplinario de la Facultad de Economía de la UNAM, con criterio más internacionalista, contradice al INEGI, y asegura que, entre el último trimestre de 2006 y el respectivo de 2011, el 65.8 por ciento de los nuevos empleos se creó en la economía informal, en tanto el desempleo creció 33.3 por ciento en ese lapso, con una cifra que alcanzó los 2.7 millones de personas, que sumadas a las que estaban en esa condición, totalizó casi nueve millones de habitantes. La población empleada informalmente pasó de 23.1 millones, a 26.4 millones de personas.

Así pues, inseguridad pública incontrolable, que ha llevado a la violencia y la muerte de centenares de miles, y una economía que tendrá que rebasar el 6% de crecimiento anual para poder ponerse tablas en materia de empleo, son los grandes, insalvables, inmediatos retos del nuevo presidente de la república.

Mientras tanto, el gobierno de Calderón podría estar ya terminando de cavar la tumba del Partido de Acción Nacional, que no pudo, en 12 años, ni siquiera salvar a los dueños del dinero; menos a los trabajadores.

Lo reportó este fin de semana el dúo Expansión–CNN: la intención de voto por la candidata albiceleste Josefina Vázquez Mota se ubicaba este domingo en un promedio de 22.6% de las preferencias brutas del electorado, en las encuestas publicadas durante la primera quincena de abril.

Todas las encuestadoras colocan a Vázquez Mota en el segundo lugar, muy lejos del candidato priísta Peña Nieto –a unos 16 puntos de distancia─, aunque éste, por momentos, pierda puntos. Y hay empresas muy serias que la colocan en empate con el izquierdista Andrés Manuel López Obrador que, en una de éstas, podría arrinconarla al tercer lugar y, por tanto, al basurero de la historia.

analisisafondo@cablevision.net.mx

 

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