PUNTOS CARDINALES
Final del viaje
Óscar Palacios

San Cristóbal de Las Casas.- Llegamos al final del viaje al desierto de la soledad de la sociedad mexicana. Llovió del cielo de la imaginación utópica, el verbo encendido que ofreció, sin mesura, la nueva tierra prometida.

Maná de quimeras donde los nuevos mandamientos emanaron de tablas de distintos colores —amarillo-rojo-azul—, pero de iguales, incontenibles, ambiciones. Un mural de rostros sonrientes tapizó la geografía del ex cuerno de la abundancia en un dispendio indolente.

Las ondas hertzianas de la buena —¿mala?— nueva, martirizaron tímpanos con la grandilocuencia de la demagogia, sin base, ni sustento. Aplausos que retumban con el sonido metálico de las láminas, con la energía del consumo de las despensas, con la fuerza de las bolsas de cemento. Toda esa parafernalia de la cooptación del voto redentor. Hoy termina, por gracia del dios único y verdadero, el tiempo, todo ese juego perverso. Alabado sea el señor.

Y dando nombres de la realidad real, entramos a un panorama nacional donde los dos verdaderos adversarios se encuentran: Enrique Peña Nieto y Andrés Manuel López  Obrador. Madame Cuchi cuchi, ya quedó, apenas, en el anecdotario. El presunto académico sietemesino, hijín de Elba Esther, cuadriculando las ganancias políticas y económicas.

El próximo domingo habremos de salir a votar. Las encuestadoras ya estarán entretenidas en atender la prolija caja registradora —¡oh, manipulación!— de sus abundantes ganancias. No podemos adelantar vísperas hablando de fraude, aunque conozcamos cómo se las gastan. Todavía estamos en espera de ver el color del ropaje con que se vestirán  los indecisos. Todavía está en veremos qué tanto permeó el justiciero despertar estudiantil que puede ser decisivo. El domingo por la noche lo sabremos. ¿Qué tanto es tantito?

En Chiapas, el territorio quedó definido entre dos: Manuel Velasco Coello y María Elena Orantes. Don Güero está a años luz en las encuestas. María Elena sigue en pie de lucha a pesar de los oportunistas que siguen renunciando al PRD para intentar reverdecer en la futura nómina. Será difícil que corone sus aspiraciones, aunque no me hagan caso, el oficio de profeta está muy desprestigiado. Se dan casos.

Todo indica que Velasco Coello ganará, obvio, pero gracias al PRI. Basta con comparar los eventos. Si lo organiza el PRI, llenos; si el verde, poquitos, aunque ruidosos. Ahora tendrá que recomponer la vida municipal. Eso de que el candidato al ejecutivo sea PRI-Verde y en las alcaldías Verde o PRI, está llevando a enfrentamientos. Las heridas tardarán en cicatrizar y no es sano inaugurar gobierno con inestabilidades.

Ahora bien, imaginemos que ya es electo el senador con licencia. La pregunta obligada sería, ¿y con quiénes va a gobernar? ¿Con chiapanecos o con fuereños? Ya hemos tenido en el pasado reciente  personajitos non chiapanecos y non gratos que de pronto deciden vida y honra de los localucos. Deseo equivocarme. ¿Arrastrará acaso con algún fouchecito de la actual administración? Aquí también hay quienes fueron a la escuela.

En ráfaga
El presunto referente social llamado Toledo Córdova Toledo, aspirante a la alcaldía tuxtleca va en picada. Los bonos —merecidos— aumentan para Carlos Morales Vázquez.

Él sí conoce los problemas de la capital chiapaneca. Toledo es mercadotecnia e imposición. Si la conejada se deja, “yassir” les va a ir. Ah, y también doña Chacha Pariente va en picada y difícilmente llegará a diputada federal. No le asentó el Verde.

Y se sigue comentando el nuevo fiasco del calderonato. Su nueva chapocería le falló gacho. Al seudo Chapito ya me lo habían transformado en un super capo. No pueden con papá Chapo Forbes y armaron  el chou electorero “haiga sido como haiga sido”. DEAltiro, a cualquiera le creen.

En lo que no sueltan prenda, y aquí pasamos del fiasco al fisco, es en los nombres de los empresarios a quienes  el SAT perdonó 174 mil millones de pesos. Son privilegios descomunales y mientras tanto  siguen los gasolinazos y se niega apoyo a las entidades con terrible sequía.  Eso sí, hay para darle 10 mil millones al FMI y la refinería de Tula en la danza que sueña la tortuga.

En cuanto a las senadurías, a pesar de que está en el lugar número uno, Luis Armando Melgar Bravo hizo una labor plausible de  penetración dentro del electorado. Sumó simpatías con su lenguaje congruente y se colocó en el podio de los ganadores. Por otra parte, Albores Gleason, se amachinó en la dirigencia  estatal del PRI —lana y estructura— y en ello confía y claro, en las triquiñuelas de papi.

En San Cristóbal la alcaldía está muy peleada. Mariano Díaz Ochoa, hoy panista, sigue con los métodos priístas que ya lo hicieron dos veces alcalde y la lana corre con más fuerza que el río amarillo. Dice que va con la frente en alto. A lo peor le pasa como el título de la obra de Basurto y termine “con la frente en el polvo”. A César Arellano le perjudica el papel negativo de la alcaldesa Cecilia y se le evade la victoria. Lo decente sería que quede entre Martínez Pedrero o Pérez Moreno, pero en política de todo hay, menos decencia.

Marcela Bonilla, candidata del POCH, dice que es de izquierda porque su corazón late a la izquierda. Luego entonces, diría el clásico, ¿todos los zurdos son izquierdistas? Un spot en su hábitat, elaborando botanas, le hubiera quedado más natural y no esos malos chistoretes. Bueno, si su partido es un mal chiste, qué más se puede esperar.

Y ya con esta me despido: en torno a las boletas electorales extraviadas en Chiapas, no sorprende. Hay muchas hojas de papel volando por todo México.

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