ANÁLISIS A FONDO
Los primeros 3 del presidente
Francisco Gómez Maza

¿Tres pivotes para un gobierno democrático?
Con EPN tendrán que tapar la boca de los críticos

Ciudad de México.- ¿Priístas del pasado autoritario, corrupto e impune, como acusan la izquierda y la derecha? Quiénes son en realidad los “Primeros Tres Hombres del Presidente”: Luis Videgaray Caso, Miguel Osorio Chong y Jesús Murillo Karam.

El primero es el hombre de todas las confianzas. Doctorado en Economía, fue secretario de Finanzas, Planeación y Administración del Gobierno del Estado de México, en la administración de Peña Nieto. Es ahora el coordinador de políticas públicas. Y es muy factible que vaya a ser el secretario de Hacienda, el responsable de la conducción de la política económica, fiscal y crediticia del gobierno del retorno.

Osorio Chong y Murillo Karam, ex gobernadores del estado de Hidalgo, gozan de la amistad incondicional de Peña Nieto. Son parte fundamental del proyecto. El primero, su coordinador de diálogo y acuerdo político (suena para secretario de gobernación), y Murillo Karam, coordinador de asuntos jurídicos. Éste fue secretario general del PRI en el periodo de Beatriz Paredes Rangel.

La revista Proceso (# 1856) involucró a Videgaray Caso y a Osorio Chong en una  investigación del fisco. En aquella entrega, la publicación dijo que, desde 2009, ambos dos estaban siendo investigados por la Unidad de Investigaciones Financieras de la secretaría de Hacienda “por presuntas operaciones inusuales realizadas a través de dinero en efectivo y por depósitos bancarios que no corresponden a su nivel de ingresos.”

“En el caso de Videgaray, el reporte de análisis de operaciones UIF/SAT/2577/2009, resume una investigación en contra del ex secretario de Finanzas del gobierno peñista, a partir de un depósito de 3 millones 400 mil pesos en Vector Casa de Bolsa S.A. de C.V, el 21 de marzo de 2009”, reza el texto de Proceso.

Murillo Karam, por su parte, cuando fue secretario general del PRI, tuvo que salir al ruedo para negar que, durante su gestión como gobernador del estado de Hidalgo, hubiera beneficiado a familiares para hacerse de la denominada Zona Plateada de Pachuca. Sin embargo, aceptó que sus sobrinos eran propietarios de la empresa Hivaco, beneficiaria de la urbanización.

Al final, ninguno de los tres ha salido lastimado, sino ahora son  premiados. Las investigaciones contra Videgaray y Chong no prosperaron. Y el asunto Zona Plateada fue olvidado.

Sea lo que fuere, los tres alegres compadres son ahora los goznes sobre los que el virtual ganador de las elecciones del domingo primero de julio armará su primer grupo de colaboradores, lo que se denomina el equipo de transición, aunque se cuidó muy bien el mexiquense de aclarar que estos colaboradores no representan el equipo de transición.

Ese grupo quedará conformado luego de que el Tribunal del Poder Judicial de la Federación haya calificado la elección, cuestionada por el candidato de las izquierdas, Andrés Manuel López Obrador, quien hoy jueves a alrededor de las 18:00 horas anunciará si demanda ante el Tribunal la anulación o invalidación de la elección, por una escandalosa compra de votos que, según él, puede comprobar con documentos.

Pero mientras son peras o son manzanas, Peña Nieto se adelantó a designar a su abogado para defender específicamente “el voto de la ciudadanía” que lo encumbró, muy por encima de López Obrador, como triunfador en las elecciones. De esta tarea se encargará Murillo Karam y un equipo de abogados. El ex gobernador es todavía diputado presidente de la comisión de seguridad pública de la Cámara de Diputados, y ahora parte del círculo rojo peñanietista. Murillo no actuó en la primera línea durante la campaña. Dedicó su tiempo a hacer rounds de sombra desde su curul en la cámara de diputados. Pero sus allegados lo trataban, en los pasillos del congreso, como un operador de primera línea del candidato triunfador.

Tres priístas del priísmo del pasado, del de antes del 2000, cuando el panista Vicente Fox inauguró lo que fallidamente fue llamada “la transición democrática”, que devino en un totalmente fallido intento del PAN por instalarse para siempre en la presidencia de la república.

¿Priístas del pasado que se han aggiornado para desterrar por siempre la convicción de muchos sectores de las clases medias e intelectuales de que Peña Nieto significa la vuelta del autoritarismo, la corrupción y la impunidad?

Más les vale a Peña Nieto, a Videgaray Caso, a Osorio Chong y a Murillo Karam demostrar que representan, no al PRI de Carlos Salinas de Gortari, o de los “los gobiernos de la revolución”, sino una nueva camada de políticos realmente comprometidos con los mexicanos de todos los colores y sabores. Tendrán seis años para taparle la boca a quienes los acusan de emisarios del pasado.

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