Maestros a examen
Luis Miguel Rionda

Guanajuato.- Participé el domingo pasado en la observación ciudadana del proceso de selección, mediante examen de oposición, de los maestros de educación básica a incorporarse en el enorme padrón de profesores que laboran en la SEP y en los organismos estatales de educación pública. Lo hice bajo la cobertura de la asociación civil “Mexicanos Primero”, que preside el empresario cuarentón Claudio X. González Guajardo, quien también es presidente de la Fundación Televisa.

La baja calidad educativa que padecemos en nuestro país es una de las principales razones de nuestro subdesarrollo. No es un secreto que durante décadas, el Estado mexicano ha privilegiado la expansión numérica del sistema de educación nacional, pero con muy baja atención a la conservación o el incremento de la calidad de la instrucción impartida. Además, para miles de mexicanos la opción de dedicarse al magisterio fue una salida laboral facilona y conveniente, sólo para resolver su necesidad de empleo, no para comprometer su vocación y gusto por la enseñanza. Los frecuentes paros laborales y manifestaciones que perpetran los profes de Oaxaca, Michoacán y Guerrero, sobre todo de la sección 22 y la CNTE, son evidencia del uso político de la educación, con desprecio a su función de construcción social de capital humano.

Compré el documental “De Panzazo” (en la librería Gandhi, a 50 pesos) y me impactó fuertemente. Lo financió la asociación “Mexicanos primero”. Eso me animó a inscribirme en la observación nacional, y a contribuir en algo a la función de contraloría social que deben ejercer esas organizaciones de la sociedad civil.

Me tocó observar en la escuela secundaria general “Cuna de la Independencia Nacional”, en Dolores Hidalgo, Guanajuato. Ahí se presentaron 93 de 99 inscritos en el “Concurso Nacional para la Asignación de Plazas Docentes 2012-2013”. En la ciudad de Dolores se ubicaron cuatro centros para este objetivo, según me comentó la profesora Rosario Soto, coordinadora regional. Aunque el examen estaba programado para iniciar a las 11:00 horas, desde las 10:00 fueron presentándose los aspirantes y los aplicadores ya estaban listos para recibirlos. Me agradó ser bien recibido por los coordinadores, que me facilitaron mi labor sin cortapisa alguna. La coordinadora general fue la ingeniera Ma. de Jesús Montserrat Sánchez Galván, quien estuvo al pendiente de resolver cualquier situación con presteza y profesionalismo. El SNTE envió sus observadores: los profesores Santos Villa de la sección 13, y Gabriela Guadalupe Martínez de la sección 45.

También pude conocer y dialogar con los representantes de la SEP y la SEG, los profesores Alejandra Vázquez y Alberto Contreras Ramírez, respectivamente. Éste último fue dirigente de la sección 45 del SNTE, diputado local y presidente municipal de San Diego de la Unión. Un personaje muy compenetrado de las urgencias de la educación y con interesantes ideas sobre su resolución. Me compartió su amplia experiencia y me insistió en que la responsabilidad del rezago educativo está en el estado, no en el sindicato, pues es el patrón quien debe definir las vías y estrategias para lograr los objetivos de la organización; el sindicato está para proteger derechos laborales. No es una noción incorrecta, pero no se pueden ignorar los efectos nocivos del corporativismo sindical que ha secuestrado la acción educativa del Estado.

El examen se aplicó de manera trasparente. No presencié ninguna acción que pueda evidenciar desvío o chanchullo alguno. Sin embargo los resultados no pueden ser conocidos por la oposición del sindicato. Antier me enteré por una nota de Nurit Martínez de El Universal que un cuadernillo de preguntas se “fugó” en un centro de aplicación del examen en el Estado de México y que fue vendida antes de la aplicación del mismo. Eso pone en evidencia la corrupción que todavía impera en la mentalidad de buena parte de la clase magisterial, y que no se podrá avanzar en la calidad mientras los profesores y el sindicato no se alineen con la cultura de la trasparencia y la rendición de cuentas.

Otra nota del miércoles, pero de Karina Avilés en La Jornada, diceque “Unos 20 mil maestros (14.5 por ciento) fueron contratados porque ‘eran’ los mejores docentes, pese a que obtuvieron una cantidad de aciertos por debajo de la media nacional en las cuatro versiones anteriores del Concurso nacional de plazas, reveló la Secretaría de Educación Pública (SEP)”. Así no podemos garantizar la recuperación educativa nacional. Estamos en el sótano de los países de la OCDE, según la prueba PISA, que se aplica cada tres años.

Si las plazas se siguen asignando en función de compromisos, y no de capacidades, nuestros niños y adolescentes seguirán condenados a mano de obra barata y de baja calificación, beneficiando únicamente a las trasnacionales que buscan explotar a los nativos ignorantes, como son todavía, para desgracia nacional, nuestros jóvenes.

Antropólogo social. Profesor investigador de la Universidad de Guanajuato, Campus León. luis@rionda.net – www.luis.rionda.net - rionda.blogspot.com – Twitter: @riondal