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1139 5 Septiembre 2012

 

Patria en llamas
Eligio Coronado

Monterrey.- La violenta situación que vive el país es abordada por Carmen Boullosa en su poemario La patria insomne*: "¿Dónde caíste, Patria insomne, / como el astro del cuento, / como la ebria que se estrella contra un poste de luz?" (p. 41).

En tono ligero, pero efectivo, Boullosa (Ciudad de México, 1954) señala atinadamente el origen del problema: "--las balas que vuelan no tienen convicciones, / son de paga federal, estatal, o de este capo o el otro / etcétera... / Ráfagas a sueldo--, / te nos escapas, Patria en fuga” (p. 41-42). 

A veces el lenguaje es escueto, como telegráfico, como si hubiera prisa por captar la realidad: "Carnicería. / Lucha a muerte. / Lanzan granadas. / Las tropas sacan fuerzas del horror a su muerte" (p. 14), "Cada bando es cáncer del opuesto. / Cada bando es su propio cáncer, / se carcome a sí mismo" (p. 15).

Como una extraña estrategia, la autora introduce algunas dosis de humor que resultan anticlimáticas: "La Patria (...) / Les tenía miedo. / Creía que le iban a mochar el águila o, / peor todavía, / la serpiente. / ¿Qué iba a hacer nomás con su nopal vacío?" (p. 21), “Se renta, se renta un nopal. / Resiste siglos” (p. 22).

Inopinadamente surge la comparación con “La suave patria" (“Patria, tu mutilado territorio, / se viste de percal y de abalorio”) de López Velarde. Aquel poema también surgió en una época difícil e insegura (la Revolución Mexicana), pero era más artístico y celebratorio, aunque discursivo.

La patria insomne se antoja como un ejercicio en prosa dividido en versos: "segados tus pozos de petróleo (cuando no tomados, en / manos de una banda forajida); / de paga tus caminos; / tu pujante industria el secuestro; / las sonoras ráfagas en los pechos de los niños" (p. 35).

No hay poesía aquí, pero cada autor decide el tratamiento de su tema: “Se parodia la vida y la muerte. / Se finge la conciencia y la ebriedad. / Es vida y muerte peleando por ser el otro. / Es conciencia deseando ser ebriedad, / y es la ebriedad de la conciencia / buscando cómo estar sobria, / siquiera un momento" (p. 16).

¿Y cómo es el insomnio que atosiga a la patria?: "Insomnio: / tú reinas, y la luz y la oscuridad vuelven a confundirse, / retornan al estado anterior al primer día de la Creación. / (...) Contigo empieza una vida / donde ni el bien ni el mal tienen voz. / No se distingue la lucidez del delirio” (p. 27).

Mientras tanto, en el país el estado de confusión continúa. ¿Hasta cuándo?: "Atrás de las ventanas, aúlla la Patria, la escucho hasta / aquí, / (...) Patria es un loba herida. / Es la leona privada de un cachorro. / Es las decapitaciones, / (...) los tórax que no retoñan, / los dedos mutilados" (p. 31). 

* Carmen Boullosa. La patria insomne. Monterrey, N.L.: Edit. UANL / Hiperión, 2011. 63 pp. (Colec. Poesía Hiperión, 626.)

 

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