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1145 13 Septiembre 2012

 

Medalla de oro en Matemáticas
José Ángel Pérez

La esencia de las matemáticas reside en su libertad
Georg Cantor

Monterrey.- Es motivo de orgullo y alegría saber que el joven mexicano, aún más, el regiomontano Diego Alonso Roque Montoya, estudiante de la Preparatoria del Instituto Tecnológico de Monterrey, Campus Cumbres, obtuvo Medalla de Oro en la 53a Olimpiada Internacional de Matemáticas, celebrada del 4 al 16 de julio de 2012 en Mar de Plata, Argentina.

La presea de oro lograda por nuestro joven genio al igual que una de plata obtenida por otra luminaria, el joven Adán Medrano Martín del Campo, del Estado de Jalisco y dos de bronce, alcanzadas por Julio César Díaz Calderón, de Oaxaca y Jorge Garza Vargas, del Distrito Federal, son un ejemplo para la juventud estudiosa mexicana, considerando que compitieron con 543 “cerebros” pertenecientes a 99 países.

Ante el ejemplo de estos jóvenes mexicanos, suenan fuerte las declaraciones de Isaías Martínez, gerente educativo de Casio México, cuando dice que la única empresa patrocinadora del equipo de mexicanos que asistió a esta Olimpiada Internacional fue Casio México.  También nos dice que los jóvenes mexicanos son competitivos, pero carecen de apoyo oficial y el sistema educativo mexicano está estructurado bajo esquemas rígidos que se preocupan sólo por enseñar a leer sin razonar.

La 53a Olimpiada Internacional de Matemáticas nos invita reflexionar sobre algunas cuestiones importantes:

La Delegación Mexicana que asistió lo hizo en el más completo ostracismo. Televisa no mandó sus corresponsales, como los envió a Londres; esto evidencia un profundo desprecio por los talentos científicos. Quizá piensa que es más importante obtener ganancias inmediatas en lugar de invertir con miras al futuro.

La delegación de jóvenes mexicanos se ubicó en el lugar 31, de entre 99 asistentes; sin embargo, como país en su conjunto, México ocupa el lugar 128 de 138 países en matemáticas y ciencia dentro del ranking del Foro Económico Mundial. Esta situación la explica elegantemente Diego Alonso Roque: “muchas personas no entienden qué estudia esta ciencia, lo que hace más complicado su entendimiento y aplicación, a diferencia de lo que se pensaba, una de las habilidades que debe tener un matemático es la creatividad. Cada problema se puede resolver con diferentes hipótesis, razonamientos, teoremas y axiomas que te permiten llegar a un resultado completamente veraz”. (Sin Embargo MX).

Es importante retomar el ejemplo de Diego Alonso para proyectarlo como un ícono y así descubrir y apoyar a los miles de Diegos que estamos seguros que existen en nuestro país y que lamentablemente se están desperdiciando por muy diversos factores como la pobreza, la indolencia de las autoridades educativas, la frivolidad, banalidad y estupidez de los medios de comunicación como la televisión.

Es importante construir un sólido programa integral de enseñanza de la ciencia y las matemáticas en educación básica.

 

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