Calidad formativa creciente en la UPN
Gerardo Luis Palacios
Guadalupe, Nuevo León.- La institución educativa que se precie de ser pertinente socialmente ha de contar con una herramienta estratégica a modo de programa de actualización de su propio personal académico en virtud de que la labor docente es una tarea de incesante renovación y actualización.
Si la institución es de educación superior, la actualización del personal es una exigencia social impostergable y es de tal relevancia que no depende solo de las necesidades percibidas por los directivos sino que el profesional de la educación es consciente de que la permanencia en su puesto depende de cuánto se actualice a lo largo de su carrera. Y si además, la función fundamental de la institución es contribuir a la formación de los formadores de jóvenes y niños, entonces es absolutamente imprescindible el dispositivo institucional que refresque, renueve y actualice al docente en sus saberes y procedimientos de enseñanza.
Lejos de contribuir a perpetuar el círculo trivial de 'no me actualizo porque la institución no me brinda las oportunidades', que se encadena con un modelo de gestión indiferente o reacio a propiciar las condiciones para la actualización de su personal, que esgrime: 'no te ofrezco cursos porque no te interesa capacitarte', la administración actual de la Universidad Pedagógica Nacional ha realizado acciones precisas y efectivas para inducir una nueva sinergia en este aspecto fundamental del desarrollo de las personas y de la institución, bajo la premisa de que toda actividad que mejore el perfil profesional de nuestros docentes redundará directamente en beneficio del servicio que prestamos a la comunidad educativa.
La disposición laboral del docente de la UPN para mejorar su perfil tiene su fundamento en el Reglamento interior del personal académico (1983) que establece en su Título Segundo (Derechos y obligaciones), en la fracción XVI del art. 7º que refiere los derechos del personal académico: “Recibir cursos de actualización y de superación académica para adquirir los conocimientos necesarios que le permitan un mejor desempeño de sus funciones, tomando en cuenta las necesidades del servicio” y en el art. 8º que refiere las obligaciones, en la fracción “III. Actualizar continuamente sus conocimientos, preferentemente en la asignatura o asignaturas que imparta, de acuerdo a los programas de superación establecidos por las autoridades de la Universidad”. Por lo que respecta a esta institución, para el personal académico, actualizarse es un derecho y una obligación; y para los directivos, una exigencia de elaborar programas para la superación profesional.
Bien, un postulado normativo no es suficiente para movilizar a los protagonistas si durante años los esfuerzos para impulsar su formación continua han sido en función de sus propios recursos y en ocasiones, hasta sorteando los obstáculos que un enfoque burocrático de la gestión institucional coloca a su desarrollo profesional. Por ello es relevante la disposición personal y profesional de un formador de formadores para continuar su desarrollo profesional mediante cursos parciales o estudios completos del nivel educativo más alto.
Disposiciones de orden personal que se ensamblan adecuadamente con los propósitos institucionales que constituyen su vocación como Universidad Pedagógica: brindar servicios de formación inicial y continua de calidad creciente a los profesionales de la educación de Nuevo León, por lo que, de manera concomitante, los responsables de la institución tienen el deber de promover, estimular y crear las condiciones para que, de manera regular, pueda el docente dar cumplimiento a su derecho de actualización permanente.
Como parte de las actividades a realizar durante el ciclo escolar 2011-2012, particularmente en el ámbito de Actualización y Desarrollo Profesional del Personal Académico, la Unidad 19B de la UPN programó y respaldó las acciones siguientes:
Tres docentes tomaron el curso “El asesor en ambientes virtuales de enseñanza” de la Universidad Oberta de Catalunya; Un directivo acudió a las instalaciones de la ANUIES a cursar 'Planeación estratégica'; 14 docentes tomaron el cursillo 'Introducción al Empleo de la Plataforma EVA UPN´ en las instalaciones del IIIEPE: dos docentes acudieron a la Escuela Normal del Estado en la ciudad de Saltillo, Coahuila, a participar en el 'Curso Taller Herramientas del docente tutor para apoyar el rendimiento escolar', una docente inició la Especialización en Enseñanza del Inglés, en modalidad digital; cuatro docentes iniciaron sus estudios de maestría y.8 docentes iniciaron sus estudios de doctorado. Siete docentes acudieron a la ciudad de México, a las instalaciones de la ANUIES, a tomar el curso 'Metodología de la Investigación Educativa´; cuatro docentes acudieron a ANUIES a cursar 'Diseño para la evaluación de competencias'. En suma, 44 procesos formativos en acción, que por docente significó, para ese ciclo escolar el 73 % del personal académico movilizado en pos de la mejora continua.
Lo anterior fue posible gracias a los recursos que brindó el PROFORM 2011, además debe hacerse notar que todas estas acciones se han ofrecido a todo el personal, sin mediar ningún mecanismo o procedimiento discriminatorio y sin distingo del estatus laboral: Se ha procurado que quienes reciben una capacitación, se conviertan en monitores para reproducir con otros docentes los contenidos tratados en los cursos que han participado.
Difícilmente puede remontarse el índice de participación en procesos de formación continua alcanzados en el ciclo escolar anterior, pero la ganancia fundamental es que la instalación como actividad permanente de la acción de apoyar la superación académica de sus docentes.
Existe compromiso y talento para remontar los obstáculos que se opongan a la consolidación de la vocación formativa que le da sentido y valor a la Universidad Pedagógica Nacional.
