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1201 30 Noviembre 2012

 

El gallo de oro
Nora Carolina Rodríguez

Recibiste los biabazos de la suerte mistonguera
y a la pucha se te fueron los momentos de esplendor:
de tu percha tan debute, tan jailafe y tan diquera,
perdoná que te lo bata, no te queda ni el color.

Te viniste para abajo como bafi de italiano,
andás piantao de la gente como gato'e corralón.
Tu chamuyo tan alegre, decidor y campechano,
sólo bate fulería de cadáver ilusión.

“Nunca es tarde”, tango de Celedonio Flores

Monterrey.- Tres referencias tengo para hacer una comparación con la renuncia del director de la UPN, Gerardo Luis Palacios Valdés, quien el martes 27 de noviembre de 2012 entregó el cargo.

  • La película “Tacos al carbón”, con Vicente Fernández, donde éste empieza de cero, gana mucho dinero vendiendo tacos, tiene éxito con las mujeres, luego se le complican las cosas, le va mal y termina vendiendo tacos de canasta.
  • En otra película, con guión de Juan Rulfo: “El gallo de oro”, donde un pobre gallero encuentra un gallo moribundo, lo asiste y le empieza a ir muy bien, gana mucho dinero. Pero lo envidian y quieren que les venda su gallo. Su desgracia es conocer  a una mujer: “La Caponera”. Termina arruinado.
  • Los hermanos Vicario juran venganza contra Santiago Nasar, anuncian por todo el pueblo que lo matarán, en Crónica de una muerte anunciada, de Gabriel García Márquez. Acaba muerto.

 

A esto se puede reducir la historia breve del cafisho que en un capítulo de su vida pasó por la dirección de la Unidad 19B de la Universidad Pedagógica Nacional, con pena y sin gloria.

Como él mismo nos contó al inicio de sus memorias, al casarse “tipo bien” como sugiere Cindy la Regia, logró estatus social y económico; también logró poder político, de los cuales ninguno le duró porque, si la base de todos ellos hubiera estado en alguna fuente límpida y clara, como por ejemplo, la ética (su tan vanagloriado tema de la axiología), o en una base sólida como el amor legítimo, tal vez hubiese prosperado, pero no. La motivación de su actuar es única y exclusivamente la ambición. Y la ambición es muy mala consejera. Sus paupérrimas colaboraciones en este medio, capítulos de las memorias de un cafisho, no han hablado de otra cosa que no sea de egoísmo, envidia, poder y celopatía, con una calidad menos que pobre, copias de páginas web. Dime de qué pretendes escribir (que no lo has logrado, lamento decirte) y te diré qué te motiva, quién eres, cómo haces copy-paste y cuánta risa provocas.

La historia le ha dicho ––pero no aprende– que camino que emprende, desde su malograda ambición, es camino que no va a encontrar salida buena. Ya lo corrieron de la Secretaría de Educación, del puesto como Coordinador de Educación Superior; ya lo corren de aquí y lo correrán de allá, mientras su derrotero sea la ambición desmedida, anti académica, anti democrática, suntuaria y desmedida, prepotente, impositiva y carcajeadora.

Al cabo de un mes y medio de protestas, con un plantón y ayunos rotativos, con apoyo de la sección 21 del SNTE, de compañeros y compañeras de diferentes escuelas formadoras de docentes (Normal Miguel F. Martínez, Normal de Especialización Humberto Ramos Lozano, Normal Superior Moisés Sáenz Garza, UPN Unidad Monterrey), del alumnado de la propia institución, del personal administrativo y de intendencia de la propia escuela, el movimiento contra las arbitrariedades de Palacios Valdés tuvo por fin el éxito esperado: su renuncia.

Este logro es eminentemente político. Queda demostrado que un movimiento crítico, fuerte, consistente, resistente, legítimo, racional, fundamentado y propositivo genera rupturas en administraciones del sistema educativo. Las estructuras de la Secretaría de Educación en Nuevo León no resisten la presión de más de un mes de protestas, reuniones, negociaciones, exhibición de fallas: académicas y administrativas, atropellos y faltas a la ética. En el penúltimo acto de intento de demostración de poder, Juan Acosta, quien fungiera como administrador, intentó entregar un cheque pagando una quincena con descuentos por nueve supuestas faltas a una profesora, por la ridícula cantidad de $200.00 pesos. Obviamente, con el aval de Palacios. No se dieron cuenta que quienes se denigran realizando esas acciones son ellos, y lo digo en tiempo presente, porque lo que demostraron en su breve gestión (no duraron dos años) fue su ínfima calidad profesional y humana: así son. Mentirosos y corruptos.

El resultado del movimiento deberá ponderarse debidamente, tanto por las autoridades, como por quienes formamos parte de las diferentes escuelas en Nuevo León. Este hecho, en la Universidad Pedagógica Nacional Unidad 192, marca un parteaguas. De ahora en adelante será difícil que las administraciones logren imponer arbitrariamente sus decisiones. Ahora se tiene una radiografía de la relación de fuerzas y más valdrá unir esfuerzos para logros en pos de una educación de calidad en Instituciones de Educación Superior.

Como sabemos, algunos tangos, escritos en ese código lingüístico llamado lunfardo, tienen la tendencia a moralizar, dando conclusiones como recomendaciones y llamados a mejorar. El tango que está al inicio de este texto termina diciendo:

Olvidaste los deberes por seguir la caravana
que, apenado y afligido, hoy tenés que abandonar...
No llorés... Eso no es de hombre... Con llorar nada se gana...
Vos sos joven y sos bueno... Te podés acomodar...

Se ve bastante difícil esto. Ojalá me equivocara, pero ni joven, ni bueno, ni creo que se pueda acomodar.

 

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