ANÁLISIS A FONDO
Estrategia de Seguridad Pública
Francisco Gómez Maza
Primero, derechos humanos
Seguridad, pero con libertad
Ciudad de México.- La estrategia nacional de seguridad pública, anunciada por el presidente Enrique Peña Nieto, este lunes en palacio nacional, no será efectiva sin el aseguramiento del respeto irrestricto a los derechos humanos: atención a víctimas, reparación de daño y uso legítimo de la fuerza. El mismo presidente lo confirmó ayer.
Como lo adelantamos en el Análisis de la víspera, la tercera línea de acción –protección y respeto a los derechos humanos–, de las seis enumeradas por el mandatario durante la segunda reunión extraordinaria del Consejo Nacional de Seguridad Pública, el nuevo gobierno federal pondrá en marcha el programa nacional de derechos humanos y crear la instancia federal que dé seguimiento a la instrumentación de la reforma de la política de protección a los derechos humanos.
Peña Nieto, durante su intervención en la reunión del Consejo, instruyó la inmediata elaboración de protocolos de actuación para los cuerpos de seguridad en todo el país.
Sobre este negocio de los derechos humanos, el secretario de gobernación, Miguel Osorio Chong, al presentar el planteamiento del contenido de la reunión, informó que la Comisión Nacional de los Derechos Humano registró casi nueve mil quejas por tortura, tratos crueles, inhumanos o degradantes en el periodo 2005 a 2011. Y señaló que existe en la sociedad la percepción de corrupción e impunidad de que quienes lastiman a la sociedad no son castigados.
Las líneas de acción de la estrategia, además de la protección y respeto a los derechos humanos, incluyen la fijación de metas claras, la prevención del delito, la coordinación y cooperación entre todas las dependencias, conducidas por la Secretaría de Gobernación, la transformación institucional y la evaluación de las acciones con indicadores claros, medibles y trasparentes. “Lo importante, aclaró Peña Nieto, es dar resultados”.
Las fuerzas armadas continuarán en labores de apoyo en tanto concluye el proceso de consolidación o restructuración total de las policías estatales. Los gobiernos locales deberán establecer tiempos límites para cumplir este compromiso. Para ello, los gobernadores acordaron crear una comisión que presentará una propuesta de mando único policial.
La estrategia de seguridad pública incluye una reorganización total de la Policía Federal, asegurando el control interno de la corporación por parte de Gobernación, a cuyo titular, Osorio Chong, encomendó Peña la creación de la “Gendarmería Nacional” (que contará en principio con 10 mil elementos y que quedará constituida en 2015). Ésta será responsable del control territorial en los municipios con mayor debilidad institucional, así como las instalaciones estratégicas como puertos, aeropuertos y fronteras.
En un intento por lograr cuerpos policiacos incorruptibles, se creará la Carrera Policial, y se pondrán en operación 5 centros regionales de preparación, actualización y especialización de cuerpos policiacos, así como un Centro Especializado en la formación de mandos de seguridad. Se crearán 15 unidades de la PF, enfocadas a combatir el secuestro y la extorsión.
En el campo de la procuración de justicia, la estrategia prevé incrementar la capacidad de actuación de la Policía Ministerial, de los AMP y peritos criminalísticos, para hacer de la investigación científico criminal la piedra angular de la búsqueda de justicia. La Secretaría de Gobernación y la PGR, así como los gobiernos estatales y los poderes judiciales deberán acelerar la puesta en práctica del nuevo modelo de justicia penal acusatorio. La figura del arraigo será revisada exhaustivamente para corregir los excesos en su aplicación.
Con éstas y otras medidas, el nuevo gobierno se compromete a acabar con el cuadro de terror en que vive el país, desde que el anterior gobierno le declaró de maner irresponsable la guerra al narcotráfico, guerra que ha dejado “miles de muertos y miles de cuerpos sin identificar”, como lo aseguró en la reunión de ayer don Miguel Osorio Chong. Pero, “vamos a trabajar para recuperar el que los ciudadanos y sus familias vivan seguros y en libertad”. Y parece que fuera en serio: gobernadores, a cumplir. No a competir. Veremos, don Miguel.
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