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2273 11 Enero 2017

 

 

DISPARATES
Invierno cálido
Armando Hugo Ortiz

 

Monterrey.- “Tras el gasolinazo ya no hay bloqueos ni vandalismo, prácticamente ya no hay conflictos de mayor envergadura en los estados”, fanfarroneó René Juárez, subsecretario de gobernación, como si fuera por obra y gracia del gobierno. Más que rendición parece respiro. Las marchas disminuyeron porque la ciudadanía debe trabajar.

Los bloqueos a carreteras, acción de los transportistas directamente perjudicados con el aumento a los combustibles, fueron suspendidos con la promesa de que Hacienda les deduzca el aumento. No hubo acción policiaca, salvo un amago de retirar concesiones.

Los centros de abasto de Pemex, cercados por poblaciones indignadas, ajenas a organizaciones corporativas o sindicales, fueron reabiertos por decisión de la ciudadanía. En comunidades como Ixmiquilpan Hidalgo y Nogales Sonora, se aplicó la brutalidad policiaca por continuar el cerco.

Aparte de los saqueadores arrestados, ¿dónde estarán los otros miles? tal vez uno que otro arrepentido devolvió su botín, lo entregó a la beneficencia pública o confesó su pecado ante el cura. Pero la mayoría a disfrutar o vender lo hurtado.

¿Qué les afecta más a las autoridades, las concentraciones violentas, como la del jueves pasado en Monterrey, o pacíficas como el domingo? Ni una ni otra. Lastimaría más una twiteada de Trump, pidiendo que Peña recule

Por lo pronto, el reclamo para que el gobierno de reversa al gasolinazo no se consiguió, y no será sencillo

En esto de defenderse contra las tropelías de gobierno, es obligado recordar el ejemplo de los profesores de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, que llevan cuatro años con paros, huelgas, marchas, bloqueos y cercos. Han conseguido arrancar a Peña Nieto alguna reversa a la reforma educativa, pero los agremiados de la CNTE saben que falta mucho aún.

No solo es asistir a los actos y tomarse la selfie para el Facebook.

a_hugo16@hotmail.com

 

 

 

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