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2277 17 Enero 2017

 

 

ANÁLISIS A FONDO
Comenzaron los madrazos
Francisco Gómez Maza

 

Ciudad de México.- A 17 días de haber comenzado la debacle económica con la liberación del mercado de las gasolinas y su aumento desorbitado de precios, muchos agentes económicos no se habían dado cuenta de que tenían que impactar los efectos del aumento de precios de la gasolina en sus productos o servicios.

Los primeros, después del gasolinazo, fueron el pasado fin de semana los tortilleros. Dieron el tortillazo. Reportes de prensa informan que, con incrementos de hasta 18 y 20 por ciento en el precio por kilo de las tortillas, en los medios impresos y digitales se pasó del #gasolinazo al #tortillazo, ya que el Sistema de Integración e Información de Mercados (SNIIM), de la Secretaría de Economía, registró alzas de por encima del precio promedio de 13.12 pesos en siete de cada diez ciudades.

En algunas, hasta 17 pesos como Mexicali o 19 pesos como en Hermosillo, Sonora. El periódico La Jornada en su primera plana tituló así el descontrolado incremento del precio de este alimento de la canasta básica: “Ahora… tortillazo”, mientras que el rotativo británico Financial Times advirtió que el tortillazo “afectará a la mitad más pobre de México”.

A dos semanas del incremento de los combustibles, anunciado el 27 de diciembre de 2016 y que entró en vigor el 1 de enero de este año, el aumento indiscriminado en el precio de la tortilla generará un mayor descontento, ya no sólo entre las clases medias sino en los sectores de más escasos recursos.

“Si el costo de los pilares de la dieta mexicana tales como tortillas, huevos, leche y pollo empieza a elevarse, el impopular gobierno puede esperar que las protestas aumenten en un país donde casi la mitad de la población vive en la pobreza”, afirmó el texto del Financial Times.

La Jornada reportó que en 9 de 52 ciudades y zonas metropolitanas monitoreadas por el SNIIM el precio de la tortilla aumentó 1 peso. En la mayoría las alzas fueron de 6 a 9 por ciento. En Mérida, por ejemplo, se reportó 1.34 pesos más caro el kilo.

Por su parte, El Universal citó a industriales de la Unión Nacional de Industriales de Molinos y Tortillerías que reportaron incrementos entre 1 y 3 pesos al precio de la tortilla.

“No nos estamos poniendo de acuerdo ni en subir ni en bajar precios. Estamos esperando que de manera natural los impactos en la producción de masa y tortilla incidan en algún tipo de ajuste y trabajamos para generar compras en común, en acciones directas y ahorrar en el costo de producción ante los incrementos de las gasolinas, gas y luz”, afirmó Lorenzo Mejía, líder de esta unión de tortilleros.

En Twitter, #Tortillazo no alcanzó a ser Trending Topic nacional, pero sí en la zona metropolitana generó varios comentarios, en las cuentas de varios medios digitales como @SinEmbargo, @Sopitas, @TabascoHoy, @ElFinanciero_Mx, @RegeneracionMX, pero también las de comentaristas de economía y negocios de estaciones de televisión y de radio.

Los mercados locales quedaron sonsos con el aumento de los precios de la gasolina. No supieron qué hacer, cómo reaccionar en las primeras dos semanas. Los taxistas son un ejemplo de un gran sector de prestadores de servicios de transporte que aún no reacciona, como que aún no se diera cuenta de que le metieron la varita con el aumento a las gasolinas. Hasta la mañana de este lunes 16 de enero los precios de un viaje en taxi seguían costando como si la gasolina no hubiera subido de precio. Los taxistas quedan azorados cuando por un viaje que cuesta 15 pesos con la medición anterior al alza del combustible usted le da 20 pesos, comentándole: es posible que usted no se haya dado cuenta pero este viaje ya no cuesta 15 sino cuando menos 20 y se quedan muy agradecidos. Sí, porque apenas nos alcanza para entregarle la cuenta al dueño de la unidad, pagar la gasolina, alguna compostura y nos vendrán quedando un promedio de 200 pesos para los gastos de la casa, que no es nada.

Aparte de la tortilla, los demás productos de primera necesidad, la carne, el pollo, el pescado, los huevos, las verduras, los lácteos, los productos necesarios para la casa, para la ropa, para el aseo personal, tampoco han reaccionado pero lo tendrán que hacer en los próximos día u horas y entonces pondrán a parir chayotes a las amas de casa y a los padres de familia sobre todo de las clases medias para abajo. Y son legiones de personas que no podrán hacer frente a la vida sólo por una decisión tonta del gobierno de Enrique Peña Nieto. Subir el precio de las gasolinas fue la decisión de política económica más estúpida y la más políticamente imprudente porque si antes del 27 de diciembre las mayorías ya estaban en contra de Peña Nieto y su partido, después ya no sólo son las mayorías sino todo el mundo, Y será imposible que el PRI gane las elecciones en Coahuila, Nayarit y estado de México, así como las alcaldías de Veracruz. Solamente perpetrando un megafraude (para lo cual son expertísimos los priístas) podrían quedarse con el estado de México.

Pero sean peras o sean manzanas, aquí lo que importa no es lo que gane o pierda el PRI, sino lo que va a perder la población con los efectos del gasolinazo.

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