MALDITOS HIPSTERS
Eventos masivos y manipulación
Luis Valdez

Monterrey.- En futbol, la gente de Veracruz se indigna por una porra visitante violenta. Los de Monterrey se indignan porque su porra fue agredida y cuando respondieron no hubo seguridad. Los jugadores se ofenden y el entrenador explota. ¿Nadie ve manipulación por ningún lado? 

A pesar de que yo tuviera un hermano que siempre fue aficionado de futbol, no gusto ni conozco una pizca de ese deporte. Mi necesidad de usar lentes desde los 7 años de edad me relegó de ser seleccionado en los equipos de futbol del recreo.

Pero desde 1986 es imposible no enterarse de lo que pasa en este deporte en México. Hay análisis (hasta el taquero sabe de estadística futbolera y cuando se trata de la tabla porcentual), hay grilla, hay pasión por el deporte y por la porra. Hay gente que va al estadio para emborracharse y otros para llevar a la familia. Los fines de semana vemos en el centro de Monterrey a gente vestida con la playera de los equipos locales de futbol, como si fuera su ropa de lujo. Claro, porque cuestan una buena lana.

La clase media se da sus lujos. Si mi esposa se queja porque con mi raquítico sueldo, me las ingenio para comprarme un par de cómics al mes, pagar Netflix y conseguir juegos de rol, me parece lógico que la clase media baja (ya no hay clase media “media”) se compre su bono para el estadio.

Pero si en Veracruz dicen que un entrenador (que explota en cancha ajena) amenaza gente, y que debería ser más responsable para no manipular a su porra, pues deberían preguntarse también ellos (y los de otras porras), qué tan manipulables suelen ser también.

Porque la manipulación es el juego que todos jugamos. Y no sólo a nivel futbol. También a nivel social, político, económico y hasta afectivo.

Así que de que si hay culpa… sí la hay.