Suscribete

 
2307 28 Febrero 2017

 

 

El cuarto poder
Samuel Schmidt

 

Austin.- Amartya Sen sostiene que un gobierno dictatorial tiende a provocar hambrunas, en parte por la ausencia de libertad de prensa. Uno de los papeles de los medios masivos de comunicación consiste en alertar al gobierno sobre problemas que puede tener dificultad de detectar y que requieren de intervención. Eliminar la libertad de expresión conlleva cancelar la oportunidad de conocer riesgos potenciales e inhibir acciones correctivas.

El Sistema Federal está asentado en la división de poder que se da en dos dimensiones. La división entre tres poderes, donde ninguno debe tener preponderancia sobre los otros, o sea que no debe concentrar un poder indebido e incontrolado porque rompe con los equilibrios de los distintos niveles de representación y atenta contra la democracia.

La segunda división es entre el gobierno federal y los poderes locales, donde domina la soberanía de los Estados, condados y ciudades. En este principio se sostiene la resistencia de las ciudades a cumplir con las funciones del gobierno federal, como por ejemplo que la policía haga funciones de control migratorio, que son atribución federal. El sostén filosófico de estas atribuciones consiste en la determinación, en la constitución estadounidense por ejemplo, que la soberanía reside en última instancia en el ciudadano. Los distintos momentos de la representación, desde mesa directiva de distrito escolar, regidor, alcalde, representante local, congresista, senador, gobernador, hasta presidente, condensan el distinto papel que se cumple en cada nivel de representación y el tipo de intervención que se puede tener. En la democracia federal un presidente no debe poder intervenir en una escuela.

Hay una tercera división de poder no establecida constitucionalmente, pero determinada políticamente, que ayuda a sostener la democracia; es la conocida como el cuarto poder: la prensa, que en Estados Unidos se sustenta filosófica y políticamente en los derechos humanos y civiles fundamentales.
Los medios son una correa de transmisión entre la sociedad y el gobierno.

Por un lado, le dan al gobierno y a la sociedad información sobre lo que sucede en el entorno social; y por el otro lado, vigilan las acciones gubernamentales; la información que le transmiten a la sociedad, ayuda a tomar decisiones políticas, ya sea de apoyo o de reclamo a las instancias de poder.

Los medios no existen en abstracto o en el limbo; la mayoría establecen relaciones económicas o de poder con el gobierno. En México, desde Porfirio Díaz se estableció la política de compra de los medios, con lo cual se les sometió al poder, su viabilidad económica cruzaba por el terreno pecuniario. Hoy difícilmente sobrevive un medio sin apoyo gubernamental, o bien de la oligarquía, lo que los aleja del propósito democrático de ser un equilibrio neutral contra el poder. Díaz estableció una política represiva para castigar a los que no se sometían, asesinando y encarcelando a los periodistas disidentes. Todo llevó al control estricto de la prensa. La prensa en Estados Unidos se oligarquizó, alejándose de los intereses de la sociedad.

Los gobiernos tienden a cerrarse y actuar a espaldas de la sociedad. Determinan qué información quieren entregar y la manejan según criterios convenientes para el ejercicio económico y político del poder y no para sostener a la democracia. Así, se pone en la picota la rendición de cuentas, gracias a la cual se puede limitar la corrupción, la impunidad, y la complicidad entre políticos y los grupos de interés. De aquí la necesidad de contar con una forma de desenterrar la información oculta, para lo que hay diversos mecanismos:

1) Espionaje de un país que filtra información confidencial u oculta para debilitar al gobierno. Esto genera conflictos y cae en el terreno de la credibilidad. ¿Quién puede asegurar que es verdadero aquello que se conoce gracias al espionaje?

2) Soplones (whistle blower, en inglés) que le filtran a la sociedad por medio de los medios, aquella información oculta que puede llegar a tener tintes criminales. Uno de los casos notables fue el personaje conocido como Garganta Profunda, que permitió descubrir el caso Watergate, donde se violó la ley. Este caso manejado por el Washington Post, terminó forzando la renuncia del presidente Richard Nixon.

La información puede introducirse en la forma de rumor que tiene un peso distinto al de la información publicada y validada. El soplón se convierte en un factor primordial de equilibrio, aunque debe mantenerse anónimo, debido a las represalias desde el poder.

Una prensa creíble es fundamental para la democracia. Equilibra el poder y ayuda a corregir desviaciones.

 

 

 

15diario.com