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2308 1 Marzo 2017

 

 

DISPARATES
Los motivos del lobo
Armando Hugo Ortiz

 

Monterrey.- “Prefiero renunciar al grupo legislativo del PRI”, sentenció el diputado Eugenio Montiel Amoroso, luego de condenar a la dirigencia local y nacional de su partido, por su cerrazón al diálogo y al cambio. Con lágrimas a punto de derramar, continuó: “Entiendo que me lleva a la separación del Partido, al que serví con lealtad por más de 30 años”.

Militó desde sus floridos veinte años, allá por 1987, al perfilarse la candidatura presidencial de Carlos Salinas de Gortari. ¿Sería entonces cuando consideró que representaba “la mejor opción de gobierno”?

De acuerdo a su perfil en la página del Congreso del Estado, más que a tareas partidistas, militó en puestos burocráticos de administraciones locales y federales, en cargos como “director de la Unidad de Mejora Regulatoria del Gobierno del Estado”. Sepa Dios cuál sería su función.

Se deduce que su trayectoria fue al cobijo de los gobernadores Natividad González Parás y Rodrigo Medina de la Cruz. Con este último se inicia en 2012 en lides electorales y queda como coordinador de los regidores del PRI durante la gestión de la alcaldesa panista Margarita Arellanes.

Obtuvo la diputación local en el 2015. Pese a la pérdida de la gubernatura, el tricolor obtuvo la mayoría del Congreso. Hoy su bancada está sin liderazgo y cada chango jala para su lado. Montiel quedó sin padrinos, en la orfandad política, no monetaria. ¿Será entonces que el PRI dejó de ser su “mejor opción”?

Hizo pública su decisión cuando Peña Nieto llega a Monterrey. A ver si él le hace caso, ya que no lo pelaron el Clavillazo Ochoa, líder nacional del partido, ni Osorio Chong.

A pocos le importa su renuncia verbal. No se preocupe, señor diputado, yo también he renunciado a varios partidos, y jamás me rogaron volver.

a_hugo16@hotmail.com

 

 

 

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