SNTE Hidalgo: ¿nueva imposición?
Pablo Vargas González
Pachuca.- Con la caída de Elba Esther Gordillo como lideresa y gran cacique del SNTE, se desmoronaron también las estructuras y liderazgos seccionales de este grupo en las entidades federativas. Algunas, como en el estado de Hidalgo, habían construido lazos y redes político-electorales con grupos de poder que de nada sirvieron, ya que desde el poder local aprovecharon la oportunidad para descabezar a líderes incómodos e imponer un control sumiso.
Fue completamente sorpresiva e inesperada la defenestración que hizo el entonces gobernador Francisco Olvera Ruiz contra la lideresa Mirna García López y la cacería de brujas contra todo el grupo elbista de Hidalgo, que además controlaba la dirección del Partido Nueva Alianza (Panal). La misma transacción que hizo Juan Díaz con Elba Esther Gordillo, sucedió en Hidalgo.
Sinuhé Ramírez Oviedo llegó a dirigir el Comité Ejecutivo de la sección 15 en 2012, sin haber estudiado la educación normal, gracias al apoyo de Moisés Jiménez, e inclusive de la propia Mirna García, contra quien, meses después y con el apoyo del gobierno de Olvera, desató una escalada represiva que sacó al grupo elbista de la sección 15 y del propio Panal, en 2014. Atrás quedaron las alianzas entre Elba Esther Gordillo y el gobernador Francisco Olvera, quien ponía la alfombra roja cuando visitaba la entidad.
En su sexenio, Francisco Olvera Ruiz se hizo llamar el “gobernador de la educación” y se ufanaba de los presupuestos que entregaba al líder sindical del SNTE, Sinuhé Ramírez, quien mantuvo todos los privilegios. Hoy, con una convocatoria para renovar la dirección de la sección 15, todo se desmorona. El gobierno de Olvera y la Secretaría de Educación Pública (SEP local) terminaron con grandes irregularidades financieras y se destapó la gran cloaca del sexenio, donde muchos altos funcionarios ya estarían en la cárcel, si funcionara la justicia en Hidalgo.
Los integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) promovieron un “Juicio político a la Sección 15 del SNTE”, el sábado 11 de marzo, ante la Comisión de Derechos Humanos de Hidalgo, donde dan cuenta, con pruebas y testimonios del asalto y saqueo generalizado que se realizó y aun se realiza en la SEP local y contra el magisterio hidalguense. A este juicio se suman las miles de notas en redes sociales de las raterías y enriquecimiento inexplicable de “líderes” y diputados del Panal.
Los maestros de la CNTE denunciaron una gran cantidad de tropelías, no solo que Sinuhé Ramírez y su gente se plegaron dócilmente a ser los verdugos locales que aplicaron la “reforma educativa” y a ser fieles sirvientes en las elecciones locales, donde fungieron en alianza política, sino en actos que configuran corrupción y delitos que deben ser investigados de manera inmediata.
Los actos de corrupción en que cayeron los líderes de la sección 15 del SNTE fueron, entre otros muchos: venta de plazas de maestros; incluso hay denuncias desde 2012 en la prensa local, pero en la SEP y gobierno local nada hicieron. No hay ningún informe sobre cuotas sindicales de 44 mil trabajadores en cinco años (se calculan en este rubro 478 millones de pesos). Tampoco hay información sobre la Caja de Ahorro; desvío de recursos; mal uso de infraestructura y de inmuebles, que deben ser patrimonio de los trabajadores.
Hay más denuncias donde se encuentra la complicidad de la SEP y del propio “gobernador de la educación” Francisco Olvera y varios altos funcionarios: Miguel Ángel Cuatepotzo Costeira, Joel Guerrero y Pablo Pérez, como la no entrega de los bonos a los jubilados, que fueron forzados y engañados; la no entrega de programas “escuelas al 100”, etcétera.
En este momento, en que es inminente la elección del Comité Ejecutivo Seccional del SNTE, es imprescindible “limpiar” el cochinero e impedir los mecanismos de control y amenaza contra el profesorado. Es importante para el gobierno de Omar Fayad, y su Secretario Simón Vargas, experto en estos temas, cortar por lo sano y evitar la corrupción generalizada contra la educación de los hidalguenses: abrir la elección y que sean las bases quienes recuperen un instrumento real de defensa de los trabajadores.
