DISPARATES
Rémoras de la Morena
Armando Hugo Ortiz

Monterrey.- Sin importar cómo termine el sainete de sus senadores, el PRD cumplió su ciclo como alternativa al PRIAN. La migración que hagan varios de ellos a Morena, será unas de las tantas sangrías por venir. No será porque consideren este partido como la mejor opción, ni porque las encuestas ubiquen en la cima a López Obrador.

Lo que muchos desertores buscan es repetir el mecanismo utilizado en las elecciones presidenciales. Al amparo de las figuras carismáticas de Cuauhtémoc Cárdenas y Andrés Manuel López Obrador, únicos candidatos presidenciales que ha tenido el PRD, las llamadas tribus han obtenido ganancia morralla, con diputados locales y federales, senadores, ayuntamientos y tres o cuatro gubernaturas.

Con López Obrador en 2006, maquinaron con el PRIAN, de forma subrepticia, la entrega de la tribuna del Congreso, y permitir la toma de protesta de Felipe Calderón.   

En el 2012 hicieron lo mismo con Peña Nieto, entonces de manera más abierta, por no decir cínica. A los pocos días de que López Obrador abandonó su militancia, el PRD firmó el Pacto por México, uno de los motivos que lo han llevado al colapso actual.

No debe descartarse que algunos priístas también se unan a la Morena, pues la cerrazón de Peña Nieto y el grupo Atlacomulco es más evidente día a día. 

Será muy complicado que la plutocracia permita la llegada de López Obrador, en el 2018, se necesita algo más que el simple voto ciudadano: una tenaz resistencia civil. No habrá respaldo de la mayoría de los tránsfugas,  no son sino simples rémoras, esos pececillos que viven adheridos al cuerpo del tiburón, para limpiar restos de comida, parásitos y bacterias, a cambio de protección.

Los oportunistas dejarán a la Morena, una vez que consigan su morralla de cargos de elección popular.

a_hugo16@hotmail.com