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2329 30 Marzo 2017

 

 

TRANSICIONES
¿Narro?
Víctor Alejandro Espinoza

 

Tijuana.- En los últimos días se ha destacado en la prensa nacional la figura del Secretario de Salud y ex rector de la UNAM, el Dr. José Narro. Eso fue interpretado como la decisión desde Los Pinos para evaluar sus posibilidades de ser el candidato del PRI a la presidencia de la República en 2018.

Recordemos que durante el año pasado, otro personaje cercano al presidente Enrique Peña Nieto tuvo los reflectores encima. Se le cambió de jefe de la Oficina de la Presidencia a Secretario de Educación.

Aurelio Nuño Mayer, el joven funcionario del gabinete, egresado de la Universidad Iberoamericana, no corrió con suerte. Impulsor de la reforma educativa, pronto perdió su oportunidad de ser puntero en la disputa por la candidatura presidencial del PRI.

Quizás su juventud y enjundia fueron de los principales impedimentos para ser considerado un serio aspirante. Pronto, las primeras páginas de los diarios y noticieros se convirtieron en pequeñas notas al final de la edición.

Hasta hace relativamente poco tiempo, quien parecía que sería el único aspirante con posibilidades de alcanzar la candidatura priista era el ex gobernador de Hidalgo y actual Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong.

Desde el arranque de la actual administración fue considerado uno de los dos funcionarios más cercanos al presidente Peña Nieto, junto con el canciller Luis Videgaray.

Desde hace tiempo lidera las encuestas en su partido, pero externamente no ha podido alcanzar a Margarita Zavala de Calderón, primero y posteriormente al puntero, Andrés Manuel López Obrador.

Ser el responsable de la seguridad en este país parece ser el peor de los cargos si se aspira a ser presidenciable. Por eso se pensaba que hace un año el presidente lo movería de Gobernación, pero no lo hizo, con lo cual el desgaste a estas alturas del sexenio es innegable.

El otro personaje cercano al presidente, Luis Videgaray Caso, quien inició el sexenio como Secretario de Hacienda y Crédito Público, nunca logró conectar con los ciudadanos, sobre todo porque se le ve como el responsable de la reforma fiscal que incrementó el IVA; y salvo por su cercanía con Los Pinos, no logró situarse entre los posibles precandidatos con reales posibilidades.

Su papel en la visita de Donald Trump sepultó sus esperanzas, aunque regresó como Secretario de Relaciones Exteriores. Hoy ya ni siquiera aparece en las encuestas.

La posibilidad de que surja un candidato alterno a Miguel Ángel Osorio Chong o que se juegue con esa posibilidad, muestra las dificultades que enfrenta el PRI para contar con un candidato competitivo en 2018.

En su momento, José Antonio Meade, exfuncionario de la administración calderonista y hoy Secretario de Hacienda y Crédito Público, fue mencionado por su carácter de personaje transexenal y que pudiera contar con las simpatías de priistas y de algunos panistas, también fue sacado de la lista. Su carácter técnico, no empataba con el tipo de liderazgo político que se requiere para hacerle frente a AMLO.

Hoy, la figura que se ha lanzado al juego sucesorio para calibrar fuerzas es el ex rector de la UNAM, el médico cirujano, José Ramón Narro Robles, actual Secretario de Salud. Definitivamente pertenece a otra generación de políticos priistas. Nació en el norteño estado de Coahuila en 1948.

Es en términos generales 20 años mayor que Meade, Videgaray, Peña Nieto y Osorio Chong. Su formación profesional fue en escuelas públicas; estudió la licenciatura en medicina en la UNAM, a diferencia del resto de funcionarios mencionados que lo hicieron en universidades privadas.

Como rector de la UNAM en el periodo 2007-20015, tuvo un papel destacado y más si se le compara con el resto de rectores del país. Siempre estuvo en la discusión de los grandes problemas nacionales.

Si el presidente Peña Nieto se llegara a inclinar por él para ser el candidato a la máxima responsabilidad, estaríamos ante la evidencia de que el grupo compacto no tuvo el empaque para encontrar sucesor y, más aún, del fracaso como gobierno, pues se tuvo que buscar fuera del círculo cercano para encontrar a un candidato competitivo.

Lo otro, apostar por Osorio Chong pudiera ser el reconocimiento de una derrota anunciada. El presidente y el PRI se encuentran ante su mayor encrucijada.

 

 

 

15diario.com