Suscribete

 
2342 18 Abril 2017

 

 

Uso y abuso del alcohol
Lupita Rodríguez Martínez

 

Monterrey.- El abuso del alcohol no sólo incrementa los accidentes automovilísticos, problema en el cual ocupamos el preocupante primer lugar en percances y muertes -500 decesos al año en promedio-, sino también aumenta la violencia familiar, las enfermedades y la baja la productividad en las empresas.

El problema en Nuevo León es que entre más ingresos tiene una familia, más alcohol se consume y con mayor frecuencia, esto de acuerdo con los reveladores resultados de un estudio realizado por investigadores de la Facultad de Economía de la UANL y la Asociación Civil Cruzada Cabal (Cruzada Ciudadana Contra el Abuso en el Consumo del Alcohol).

Lo peligroso del abuso del alcohol, según el estudio, es que se presenta especialmente entre jóvenes de 13 a 29 años de edad, quienes padecen o experimentan episodios de alto consumo, determinados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como aquellos cuando una persona toma más de seis bebidas alcohólicas por noche o más de 60 gramos de alcohol puro.

Resulta sorprendente enterarnos que en la mitad de los hogares con ingresos familiares mayores a 6 salarios mínimos, tengan un consumo de hasta cuatro o más bebidas alcohólicas una o dos veces por semana. Pero, el resultado socialmente más cuestionador es que en el 10.42 por ciento de los hogares con ingresos familiares mayores a 8 salarios mínimos, se consuman más de 20 bebidas alcohólicas a la semana.

Lo lamentable y problemático del consumo es que entre las mujeres se venga acentuando la ingesta desmedida del alcohol, pero además entre los hombres con menor nivel de escolaridad.

Tanto el alcohol como el tabaco son las drogas de primer contacto y mientras más temprano se inicie su consumo, más probabilidad hay de pasar del uso al abuso y luego a la dependencia de las drogas, siendo el principal motivo que orilla a consumirlas los problemas en el hogar o en la escuela.

A pesar de que el consumo de alcohol desencadena accidentes viales, conductas violentas y problemas de salud, su abuso es una de las razones de que las empresas padezcan baja la productividad, ya de por sí estancada en México, siendo lamentable que la propia industria cervecera y vitivinícola sean las principales promotoras del uso y abuso del alcohol, incluso violentando la Ley de Prevención y Combate al Abuso del Alcohol.

No se puede mejorar la productividad de una empresa si sus directivos, empleados y trabajadores abusan del alcohol, causan accidentes laborales, provocan ausentismo y generan una alta rotación de personal, grave situación que no se ha atendido debidamente por parte de las empresas.

Por tal razón, todo aquello que contribuya a promover el consumo del alcohol afecta al sano crecimiento de los hogares, de las empresas y de la sociedad en general. Por eso mismo, para prevenir el abuso del alcohol y las conductas violentas provocadas por la descomposición moral y social, las autoridades deben hacer cumplir la Ley tanto en horarios de cierre, como en prohibir su venta a menores de edad y en no publicitar su abuso.

Debido a la falta de un estricto cumplimiento de la Ley es que las “antialcohólicas”, los “toritos” y las “fotomultas” no funcionen en nuestro Estado, además de incurrir en actos de corrupción que terminan por desprestigiar dichos operativos, como ocurrió con el “Conductor Designado”.

La lucha contra el abuso en el consumo de alcohol debe darse en coordinación de los tres niveles de gobierno con las organizaciones de la sociedad civil e instituciones privadas, pero mediante programas integrales que cubran la falta de servicios educativos, de asistencia médica y de vivienda digna, sin dejar de atender los problemas sociales de desempleo y bajos salarios; de baja escolaridad de padres y madres; de deserción escolar de niñas, niños y adolescentes; de desintegración y violencia familiar.

Tales son las acciones que nos tocó emprender en zonas urbano-marginadas especialmente conflictivas y entre familias con características particularmente difíciles, en donde años atrás por la gran proliferación de diversos lugares que expendían bebidas embriagantes, los cuales agudizaban los conflictos familiares, sociales y económicos.

El Frente Popular “Tierra y Libertad” recurrió a las autoridades exigiendo el cierre de tales lugares y al no encontrar respuesta la Liga Femenil del FPTyL procedió a realizar una clausura masiva. Dichas acciones muestran el hartazgo colectivo cuando no hay una respuesta oficial para erradicar el alcoholismo.

 

 

 

15diario.com