La Quincena No. 47
Septiembre de 2007
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Luis Lauro Garza

Subdirector:
Mario Valencia

Mesa de Redaccion:
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Asesor de la Direccion:
Gilberto Trejo

Relaciones Institucionales:
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Coordinador de Cultura:
Adolfo Torres

Comunicación e Imagen:
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Asesor Legal:
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Diseño:
Rogelio Ojeda

Fotografía:
Erick Estrada y Rogelio Ojeda

Ilustraciones
:
Chava

Distribución:
Carlos Ramírez

Internet:

LA VENTANA INVISIBLE
 

Jorge Villalobos

Dentro de los trabajos legislativos del Congreso de la Unión acerca de la reforma electoral, se trató, inevitablemente, el asunto del gasto oneroso que los partidos políticos efectúan en propaganda o publicidad política (mercadólogos dixit ), sobre todo en los medios electrónicos. Turnada la iniciativa a los senadores, las huestes de los concesionarios de radio y televisión, y ellos mismos, hicieron presencia, por invitación de los congresistas, a la sesión deliberativa (efectuando una insólita transmisión en cadena nacional) para hacer observaciones, llegando a manifestar su inconformidad acerca del peligro que corre la libertad de expresión ante el embate de la reforma en proceso.

En dicha sesión, se pudo observar que en el perímetro del redondel, donde deliberaban nuestros repúblicos, se encontraban, además del tlatoani junior de la CIRT , Enrique Pereda, los que nos dan la noticia día con día ; por supuesto, todos capitalinos. Rostros adustos (sin maquillaje), ceños fruncidos, miradas flamígeras, eran los semblantes en nuestros electrónicos y afamados comunicadores.

Así la cosa, la ensalada constó, por ejemplo, de un López Dóriga, un Alatorre, un Carlos Loret de Mola, un Sergio Sarmiento, un Ferríz de Con, ¡una Chapoy junto con una Familiar! un Fernández Menéndez, un Gómez Leyva, un Marín, un M. Ortega, y creo que faltó el conspicuo Brozo, el cual pudo haber sido la pimienta del plato… Algunos de ellos tomaron el micrófono y dijeron cosas tan reveladoras como Ferríz, el cual enfatizó que su empresa no era de carácter social (sic); luego Alatorre se quejó acerca de la exclusión de las candidaturas a los simples e independientes ciudadanos (como el doctor Simi); luego, la señora Chapoy se dijo horrorizada por la posibilidad de que se le impidiera manifestar, por ejemplo, la guapura del gobernador Peña Nieto… y en contraste, señalar a otro político “x” que es feo y nefasto, correría el grave riesgo de ser censurada por la nueva propuesta de ley. Acerca del controvertido artículo 41 del documento en cuestión, López Dóriga, el sabio, enfatizó lo anticonstitucional del mismo, y que todo era producto de la tentación del poder por el poder… (Continúa)