HEMEROTECAS

CONSUELO SUNCIN
Ismael Vidales
La tormentosa relación entre Antoine de Saint Exupéry y su esposa, la venezolana Consuelo Suncin, que oscilaba entre la pasión y el más crudo desamor, es el motivo de tres nuevos libros aparecidos recientemente en Europa. Uno de estos libros lleva por título Antoine y Consuelo de Saint Exupéry: un amor de leyenda, y su autor es Alain Vircondelet, quien utilizó como fuentes los archivos de la propia Consuelo Suncin, que hasta ahora nunca habían sido difundidos.
Esta obra cuenta cómo el autor de El principito se enamoró de Consuelo durante uno de sus viajes a la Argentina, cuando trabajaba como piloto de una empresa aeropostal, y Consuelo, una veinteañera que había enviudado dos veces, estaba haciendo trámites para recibir la herencia que le dejó su segundo esposo, Enrique Gómez Carrillo, por eso llegó a Buenos Aires en septiembre de 1930, invitada por el presidente Hipólito Irigoyen. La obra también se explaya sobre las resistencias de la familia de Saint Exupéry a la boda con una mujer de origen sudamericano.
Hasta ahora la única biografía autorizada de Exupéry era la que aparece firmada en 1946 por Pierre Chevrier, pero que en realidad fue el seudónimo que utilizó una de sus amantes, de nombre Nelly de Vogüe, una distinguida aristócrata francesa. Ahora se sabe que Exupéry era un hombre con numerosas amantes que exigía fidelidad a su mujer, quién también tenía frecuentes aventuras amorosas, por lo que le recetaba soberanas golpizas. Consuelo Suncin, la rosa del Principito era alegre, excéntrica y seductora, entre sus enamorados se cuenta al insigne primer secretario de Educación Pública de México, José Vasconcelos, quien la cita reiteradamente en su autobiografía La Tormenta (1936), con el cariñoso diminutivo de “Charito”.
Cuando Consuelo enviudó de su primer esposo, Ricardo Cárdenas, un joven militar mexicano que murió en 1924, ella viajó a la capital para estudiar Derecho y se enamoró de Vasconcelos, quien tenía 44 años, mujer y dos hijos, en tanto que Consuelo tenía 22 y era pretendida también por el escritor y diplomático guatemalteco Enrique Gómez Carrillo, quien se casó con ella en diciembre de 1926, pero el matrimonio sólo duró once meses, pues el escritor murió víctima de un derrame cerebral el 29 de noviembre de 1927, cuando tenía 54 años. Consuelo, dos veces viuda, se casó con el escritor y piloto francés, autor de El Principito en 1931, y para consternación de su aristocrática suegra duró casada 13 años, hasta la muerte de Exupéry en un accidente de aviación en el Mediterráneo, el 31 de julio de 1944.
Durante más de medio siglo, Consuelo no tuvo presencia alguna en las biografías de su esposo. Pero en el 2000, dos décadas después de su muerte (10 de abril de 1901, Armenia, El Salvador - 10 de abril de 1979, París, Francia), irrumpió en Francia con toda la fuerza que se supone tuvo en vida. Esta resurrección se debió a la aparición casi simultánea de tres libros: Memorias de la rosa, autobiografía inédita de Consuelo, redactada en 1946 gracias a que su heredero y hombre de confianza, José Martínez Fructuoso, decidió darlo a la editorial; Antoine y Consuelo de Saint Exupéry, un amor de leyenda, de Alain Vircondelet y Consuelo de Saint-Exupéry: La Rosa del principito, de Paul Webster.

ividales@att.net.mx

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