Padre millonario, hijo caballero, nieto…
Víctor Reynoso

Puebla.- Entre las cuestiones que llamaron la atención de la elección del pasado 1 de junio fue la poca capacidad de movilización del grupo en el poder. Varias razones pueden explicarla, desde disensos internos hasta la limitación de recursos económicos.

La coincidencia entre los resultados de la elección y los acordeones previamente difundidos habla de que la gran mayoría de los votos fueron resultado de la movilización. Es altamente improbable que un ciudadano que analizó las distintas candidaturas y decidió y votó libremente coincidiera con esa forma de voto inducido.

Los inducción del voto vía acordeones fue eficaz en forma limitada. Logró un porcentaje bajo, un 10%, para un partido que gobierna al país, a la mayoría de los estados y a muchos municipios. Más cuando la entonces candidata Yazmín Esquivel pareció revivir el voto corporativo, con su presencia en un mitin del SNTE.

Hay indicios de que Morena no actuó de manera unificada y entusiasta para promover el voto y movilizar votantes. Por ahora solo son indicios, pero apuntan a lo que sucede en toda organización política: se fragmenta en tendencias y a veces en fracciones. El aglutinante de todas ellas López Obrador, ya no tiene la presencia de antes. La presidenta parece estar lejos de haber heredado el poder junto con el cargo.

La cuestión de la limitación de recursos económicos puede haber influido también. El Estado mexicano parece haber perdido liquidez desde que la 4T llegó al poder. López Obrador heredó finanzas públicas sanas, y aunque logró, acertadamente, mejorar la recaudación, su prioridad ha sido gastar más que fomentar el crecimiento de la economía.

Hemos tenido el menor crecimiento económico de los últimos treinta años. El gobierno ha sido generoso al gastar el dinero de los contribuyentes en programas sociales, pero no ha fomentado el incremento de la producción.

Ha sido generoso hacia sí mismo en proyectos poco rentables, en sí mismos o como detonantes de desarrollo (aeropuerto Felipe Ángeles, Tren Maya, refinería de Dos Bocas, Mexicana de Aviación). Gastar más de lo que produce tendrá tarde o temprano un límite.

Esta actitud poco responsable hacia los recursos recibidos es vista como clásica de los herederos, de los privilegiados. De “la derecha”, dirían algunos. Es notable que un gobierno que se considera de izquierda caiga en esas prácticas.

Este es uno de los varios aspectos en los que el actual régimen parece estar construyendo su propio término. No le alcanza ya ni para movilizar a los votantes que requiere.


* Profesor de la UDLAP.