CORONA12052020V

TIRO DE ESCOPETA
El viejo y el mar
Ismael Vidales Delgado

Monterrey.- Posiblemente la mejor obra de Ernest Hemingway sea “El viejo y el mar”, una obra de aparente sencillez en la trama, pero con el brillante estilo de este “monstruo” de la literatura moderna, no por nada se conserva como un clásico imprescindible y uno de los retratos más profundos, complejos y desgarradores que las palabras pueden hacer de la naturaleza humana.

     El 4 de marzo de 1952, Hemingway escribió una carta a su editor en la compañía Charles Scribner’s Sons informándole que había terminado la novela corta, en la que llevaba trabajando más de tres años. La carta decía: “Esta es la prosa por la que llevo trabajando toda mi vida que debería leerse con facilidad y sencillez y sentirse breve pero teniendo todas las dimensiones del mundo visible y del mundo espiritual de un hombre. Es la mejor prosa que he escrito hasta ahora”.

     Hemingway recibió 21.000 dólares por su original que publicó en un único tomo la revista Life (No. 1 de 1952), para la que Hemingway había escrito numerosos reportajes y crónicas. Life vendió 53 millones de copias; y la primera edición del Book-of-the-Month Club superó el millón y medio de ejemplares. La edición de Charles Scribner’s Sons se situó rápidamente en el primer puesto de la lista de Best-Sellers y se mantuvo varios meses. “El viejo y el mar” recibió innumerables elogios de la crítica y de los lectores.

     Hemingway recibió el premio Pulitzer por esta obra así como una “Medalla al mérito” de la Academia Americana de Artes y Letras. En 1954 recibió sin mucho entusiasmo el Nobel de Literatura y declaró que “ningún autor que conozca ha vuelto a escribir como en la obra por la que le dieron el premio, después de recibirlo”.