PEREZ17102022

Todos podemos aprender matemáticas
José Ángel Pérez

Monterrey.- En los últimos años, las Nuevas Tecnologías han posibilitado investigar en tiempo real lo que ocurre en el cerebro del alumno al momento de estudiar matemáticas. Cuando más profundo se aprende, más se fortalecen las conexiones neuronales que se tienen y se abren nuevas conexiones. Norman Doidge (2006), investigador, psiquiatra canadiense lo expresa así: ¡Cuando enseñas matemáticas estás cambiando el cerebro de tus alumnos!

Las conexiones cerebrales no sólo se fortalecen en el salón de clase, o con la lectura de libros, también se dan cuando se conversa, cuando se juega o cuando se realiza alguna otra actividad.

Una investigación realizada con dos grupos de estudiantes, el primero, diagnosticado con dificultades hacia las matemáticas y el segundo, un grupo regular, nos muestra lo siguiente: Después de ocho semanas de trabajar con el modelo Mathematical Mindset, que es una forma diferente de enseñar matemáticas, se descubrió que, utilizando imágenes de resonancia magnética, en los estudiantes del primer grupo se observaban ciertas regiones del cerebro más iluminadas que en el segundo grupo. Sin embargo, al final del curso, la zona cerebral referida de ambos grupos, se iluminaba con la misma intensidad. Esto evidenció que, al trabajar con actividades significativas, el cerebro desarrolla la región correspondiente dejando de lado la creencia de que existen estudiantes con habilidades innatas para las matemáticas.

Durante todo el día, el cerebro se fortalece creando conexiones y forjando nuevas rutas. Si se enseña matemáticas con actividades significativas, se elimina la creencia de que esta ciencia es difícil y aburrida, que solo es una disciplina para genios o que los hombres poseen mayor capacidad para las matemáticas que las mujeres.

La tecnología digital nos proporciona los medios para el diseño de actividades significativas para enseñar matemáticas que estimulen el pensamiento crítico y atraigan la atención de los estudiantes en lugar de tortuirarlos y propiciar que, al escoger alguna carrera universitaria, lo sigan haciendo sobre “campos lejanos a las matemáticas”, ignorando que las matemáticas permean en todas las disciplinas.