PEREZ17102022

Violencia contra la mujer
Edilberto Cervantes

Monterrey.- En atención a las recomendaciones emitidas (en 2012) por el Comité de la ONU para la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra las Mujeres, el INEGI diseñó en 2017 un sistema de información sobre la violencia contra las mujeres en México: Sistema Integrado de Información sobre Violencia contra las Mujeres (SIESVIM).

Al analizar la violencia feminicida en el país, ONU-MUJERES identificó que, en el periodo de 1985 a 2010, los casos de infanticidio fueron mayores en mujeres que en hombres: alcanzaron un peso relativo tres veces mayor en niñas que en niños. Lo anterior permite identificar que la mayor incidencia en homicidios en contra de niñas y adolescentes no es un fenómeno reciente.

En 2022, las defunciones por homicidio de niñas de 0 a 4 años superaron en 14.0 puntos porcentuales al de niños de la misma edad. En el caso del grupo de 5 a 9 años y de 10 a 14, el porcentaje de homicidios de mujeres sobrepasa al de hombres en 6.2 y 5.2 puntos porcentuales, respectivamente. Sin embargo, el porcentaje de homicidios de mujeres de 15 a 17 años resultó 25.4 puntos porcentuales menor al de hombres.

En 2021, las principales personas agresoras sexuales de las mujeres durante su infancia fueron una o un tío, con 20.8 %, una o un primo, con 17.4 % y un no familiar (vecino, conocido), con 15.8 por ciento. Las personas que menos se mencionaron como agresoras sexuales fueron la o el abuelo, con 3.6 %, otro, con 3.3 % y la madre, con 0.6 %.

Estas agresiones sexuales con alta frecuencia se producen en el hogar o en su proximidad. Por lo que la violencia contra la mujer se inicia desde la casa-hogar. Los principales actos de violencia fueron: «le tocaron sus partes íntimas o la obligaron a tocar las partes íntimas de otra persona sin su consentimiento» (9.5 %), «intentaron forzarla a tener relaciones sexuales» (4.7 %) y «la obligaron a mostrar sus partes íntimas y/ o a mirar las partes íntimas de otra persona» (4.0 %). O alguna combinación de estos actos.

Naciones Unidas menciona que hay una mayor propensión al uso de la violencia contra las parejas y a ejercer maltrato, entre las personas adultas, quienes, durante la niñez, fueron testigos de la violencia de sus padres hacia sus madres.

La violencia se debe considerar como «un proceso y no como un evento”, ya que es constitutiva de un conjunto de experiencias que con frecuencia no son estáticas ni ocurren solo en una ocasión. Se estima que, en México, 51.3 % de las mujeres de 15 años y más atestiguó y/ o experimentó algún evento de violencia física y/ o psicológica durante su infancia.

Se observa que las mujeres que vivieron violencia en la infancia son quienes ejercen, en mayor medida, violencia en contra de sus hijos o hijas. Lo anterior evidencia un proceso de reproducción de la violencia.

Es posible analizar la violencia que experimentaron las mujeres de 15 a 17 años. Al respecto, en los 12 meses previos al levantamiento de la encuesta, (de octubre 2020 a octubre 2021), 54.6 % de las mujeres de 15 a 17 años vivió violencia. el ámbito comunitario fue en el que hubo más violencia (38.0 %). Siguió el ámbito laboral (25.1 %), el de pareja (23.9 %), el familiar (23.3 %) y, por último, el escolar (22.0 %).

Violencia a través de medios digitales contra niñas y adolescentes.

En el 2022 se encontró que 22.6 % de la población de 12 a 17 años que usó internet o celular experimentó alguna situación de violencia digital (entre julio de 2021 y agosto de 2022). Al revisar la información según sexo, se observa que alrededor de 27 de cada 100 mujeres (27.3 %) y 18 de cada 100 hombres (18.2 %) de 12 a 17 años que usaron el internet o celular vivieron violencia digital, es decir, este tipo de violencia se ejerce, en mayor medida, contra las niñas y adolescentes.

El fenómeno o la costumbre, hábito, maña, de violentar a la mujer y a niñas y adolescentes, se presenta en el hogar o fuera de él. Además de la agresión física directa ahora se presenta la agresión a través de los medios digitales.

Es este un tema que debiera abordarse con alta prioridad por las instancias de gobierno (en los diferentes niveles) sobre todo en el ámbito municipal, con políticas públicas, leyes y mecanismos institucionales ágiles y efectivos. Es un problema inmerso en la sociedad que se reproduce en el ámbito familiar y después en el escolar. Es un problema arraigado en la cultura (machismo, misoginia)

Hace algunos meses una autoridad eclesiástica católica convocó a políticos y funcionarios a expresar sus opiniones sobre temas en los que consideraran que la Iglesia podría hacer alguna aportación. Entre los temas destacados se mencionó la violencia en el seno familiar.

Los feminicidios no resueltos judicialmente, son evidencia de la falta de efectividad de las instancias judiciales o de que no se denuncian “a tiempo”, o de que en primera instancia se les cataloga como otro tipo de delito. La muerte de cualquier persona debe recibir la más alta atención de la comunidad, el gobierno y las instancias judiciales.

La eficacia judicial se debe exigir, pero el esfuerzo mayor se debe hacer en la prevención. Desde la primera infancia, de hombres y mujeres, es necesario inculcar el respeto a la persona humana. Son los padres los primeros responsables de educar a sus hijos e hijas. En seguida está la escuela, desde el preescolar hasta la licenciatura, las normas de conducta deben formar parte de la cultura escolar y el respeto a la dignidad humana un aspecto central de la misma. En el barrio, la colonia y el municipio, que es el espacio de convivencia inmediata, las autoridades de este nivel deben desarrollar esquemas de cuidado y de prevención de la violencia.

Los valores se inculcan con el ejemplo, de allí que somos los adultos los primeros responsables en romper con la cadena de transmisión de la violencia hacia las niñas y las mujeres y en general eliminar todo tipo de violencia,

Una noticia importante: la empresa española IBERDROLA y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, trabajarán de manera conjunta con 70.000 personas para reducir la violencia de género en México: El programa ComunidadEs Igualdad busca sensibilizar sobre género y derechos humanos en Oaxaca, Puebla y Nuevo León.

El programa ComunidadEs Igualdad fue presentado el martes 28 de noviembre, en la sede de las Naciones Unidas en la Ciudad de México. Se trata sensibilizar en materia de género y derechos humanos de niñas, niños, adolescentes, personal docente y grupos comunitarios de diversos municipios. Tendrá una duración de dos años y busca impactar en más de 70.000 habitantes de las comunidades de Juchitán de Zaragoza y El Espinal en Oaxaca; los municipios de Esperanza, Cañada Morelos, Palmar de Bravo, Chapulco, Azumbilla y Cuyoaco en Puebla, y los municipios de Pesquería, El Carmen y Monterrey en Nuevo León.

Se prevé la capacitación a personal docente de más de 300 planteles de educación básica y media superior, así como de organizaciones de la sociedad civil de base comunitaria, para educar sobre derechos humanos y de las mujeres. Así como la sensibilización sobre igualdad, no discriminación y derechos de las mujeres entre 45.000 personas, mediante recursos como radionovelas, obras de teatro, perifoneo, cápsulas informativas de radio, entre otros.

Finalmente, el programa contempla la formación a funcionarios públicos en atención y prevención de la violencia contra la mujer con perspectiva de género y de derechos humanos, a través de plataformas de capacitación y seminarios virtuales, con el fin de evitar la revictimización de quienes buscan apoyo y orientación.