Monterrey.- Francisco J. Serrano (Monterrey, N.L., 1977). Poeta autodidacta.
La segunda edición de su primer libro, «Bóreas y el sol» (Posdata, 2007), fue una coedición entre Posdata Ediciones y la UANL (2010).
No terminó la carrera de economía en esa universidad, pero se puso a trabajar en restaurantes y llegó a ser capitán de meseros.
«Plaza de la luz» (2013), su segundo libro, fue publicado por Posdata Ediciones y el INBA.
Su poema “Alma Cibdad”, aparece en la antología «Sextinas, pasado y presente de una forma poética» (2011), de la editorial madrileña Hiperión; nueve siglos del ejercicio de esta forma poética en varios idiomas. En dicha antología aparece la obra de sólo tres mexicanos.
Su platillo favorito es la paella y las costillas de cerdo al horno, y su bebida favorita es la cerveza clara.
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1- ¿Cómo escribes?
R= La poesía, a mano, en cuadernos que acaban manchados de cerveza y comida. Escribir poesía es reescribir muchas veces, sobre eso no hay secreto. El ingrediente invisible de la poesía es el tiempo. Escribir poesía es jugar con un estado de insatisfacción permanente. Nunca con prisa. Evito los plazos de entrega. Ni siquiera me doy cuenta de cómo los poemas se van acumulando. He tenido poemas inconclusos por años. He anotado ideas en el celular también. Es recomendable traer papel y pluma en todo momento como los cazadores traen su escopeta cargada. He vivido sin ganas de escribir por meses. Digo los poemas en público para ver cómo reaccionan quienes los escuchan. Si se ganan un aplauso, provocan risa o los recuerdan y me piden decirlos de nuevo, ya gané algo.
2- ¿Por qué escribes?
R= Porque debo de hacer algo más o menos bueno con mis vicisitudes y mi necedad, y porque escribir poesía me hacer sentirme mucho más guapo.
3- ¿Desde cuándo escribes?
R= Si te refieres a escribir poesía, desde cuando estudiaba la preparatoria. Un momento muy triste me hizo intentar escribir mi primer poema, pero mi contacto con la poesía, ante todo, fue desde la primera vez que recité el poema de la rata vieja que era cantadora en una asamblea, en primero de primaria; canté el himno nacional en coros de la escuela; declamaba poemas para decirlos en concursos y en asambleas de la secundaria; también participé en certámenes de poesía coral—recibí muchas burlas por hacer estas cosas. Siempre he sido un lector disperso, pero he disfrutado mucho lo que he leído. Con algunos amigos hicimos una revista literaria universitaria, se llamaba Cigarros. Antes de eso, publiqué anónimamente un poema en un periódico estudiantil cuando estaba estudiando la carrera que no acabé. Pero la decisión vital de tomarme un poco más en serio la escritura fue gracias a la gran experiencia de haber conocido y convivido con Samuel Noyola, por allá por el 2001 y parte del 2002. Él creyó que yo podía ser poeta y me invitó a serlo.
4- ¿Para quién escribes?
R= Para que la gente que quiero se sienta orgullosa de mí. Amo profundamente a unas cuantas personas. Disfruto mucho el cariño de mis amigos. Y a la mayoría de mis amigos la poesía no les interesa tanto, pero respetan y valoran mi decisión y mi trabajo, y me apoyan.
5- ¿Sobre qué escribes?
R= Sobre cualquier cosa que me cause una emoción u obsesión.
6- ¿Qué es para ti la literatura?
R= Un divertimento. Una manera de disfrutar la soledad. Un diálogo con el tiempo, con la sensibilidad humana. El poeta pone a bailar y a cantar a las palabras, las pone a disfrazarse de otros significados.
7- ¿Qué opinas de tu propia obra?
R= Algunos poemas me han costado mucho esfuerzo y me siento muy orgulloso de ellos y me agrada que algunas personas recuerden mis versos. Han llegado a manos de conocedores. Si no le gustan a alguien pues me vale sorbete. La poesía me ha traído muy buenos amigos, viajes, he vivido muy buenos momentos gracias a la poesía y me ha salvado la vida en muchos aspectos. Mi mayor orgullo son mis lectores.
8- ¿Cuándo está listo un texto?
R= Cuando siento que ya no le sobran ni faltan palabras. Para eso pasan años. Escribir y publicar son dos cosas muy diferentes.
9- ¿Qué opinas del nivel de nuestra literatura nuevoleonesa?
R= Sé muy poco de eso como para hablar al respecto. El poco tiempo libre que me dejaba el trabajo me hizo resignarme a leer poesía para aprender a crear. Leía donde podía y cuando podía. No soy la persona más indicada para contestar esa pregunta. Hay buenos escritores, pero hablar de unos cuantos es omitir a muchos otros y eso siempre causa quemaduras. Cuando hacen esa pregunta, uno termina hablando solamente de conocidos y amigos. Que los lectores y el tiempo pongan la obra de todos en su lugar. Aparte, soy muy mal conversador literario, de un tiempo para acá me aburre mucho hacerlo.
10- ¿Vives de la literatura?
R= Los libros me han dado algo de dinero, pero nunca he aspirado a vivir de eso. He vendido mis poemas directamente al lector. Los he llevado en la bicicleta hasta las puertas de mis amigos lectores. Me los han pedido los comensales cuando trabajaba en el restaurante. Los he cargado en mi mochila para venderlos cuando se presente una oportunidad como lo hacen los voceadores y los vendedores de casa por casa. Me gusta hacerle dibujos y dedicatorias a mis lectores.
11- ¿Para qué le sirven los escritores a la sociedad?
R= Son ciudadanos como cualquiera. Su obra sirve para darle al lector un instante de placer o una sensación de belleza. Sirven para alimentar y ejercitar la imaginación. Sirven para mantener viva la lengua y su transformación permanente.
12- ¿Quiénes escriben mejor: los hombres o las mujeres?
R= Hay buenas escritoras y malos escritores y malas escritoras y buenos escritores. Generalizar siempre es injusto.
13- ¿El gobierno o Conarte te han apoyado alguna vez?
R= Uuuuh, hace muchos años, sí, para presentar mis poemas en Buenos Aires, Argentina. He participado en eventos de Conarte solamente porque los han organizado amigos míos. Siempre he intentado vivir de un trabajo ajeno al mundo cultural para no depender de Conarte. Me desagrada mucho perder mi tiempo hablando de ese tema cuando bebo con amigos y me disgustan más los artistas que solamente saben hablar de becas y de premios. Cuando les dan pan ni ruido hacen. Pero también hay gente valiosa en Conarte y ellos hacen la diferencia. No leo los correos electrónicos de nada de Conarte desde hace mucho. Eso me hace vivir muy en paz. Me han apoyado más mis amigos, especialmente durante la pandemia, no me dejaron morir. Aparte, entre menos burocracia, tu vida es mejor.
14- ¿Autores favoritos?
R= Te diré algunos que me gusta releer: Quevedo, Catulo, Marcial, Li Bai, Abu Nuwás, Constantino Kavafis, Ramón López Velarde, Octavio Paz, por decir algunos. Por cierto, tu «Antología de la poesía nuevoleonesa» (1993), cuando apenas empezaba a garrapatear cuadernos, me ayudó a tachar de mi lista de futuras lecturas a dos o tres poetas. Si así son en las antologías, imagina lo demás.
15- ¿Libros que te hayan impactado?
R= Los «Epigramas» de Lucio Anneo Séneca. Me encanta el «Kokinshū» (N. del E.: poesía japonesa, publicada en el año 905), la versión de la editorial Hiperión y también «La pagoda blanca», una antología de poesía china de la dinastía Tang. «La antología palatina». Un magnífico libro de «Epigramas funerarios griegos», de Gredos. «Los himnos homéricos». Y dos o tres más. Yo vuelvo a algunos poemas en esos libros como los coleccionistas de discos vuelven a sus viniles.
16- ¿Cómo generarías lectores?
R= La brevedad es lo de hoy. Libros para leer en el camión, en el metro, en las salas de espera, en los recesos del trabajo, económicos, bien diseñados, con estilo y dignidad. Libros para leer y releer de una sola sentada. para gente que no tiene tiempo de leer. Libros para quienes no les gusta leer. Libros para disfrutar y sentir un poco de belleza en este mundo dañado. Libros para amar la libertad.
17- ¿Qué recomendarías a las personas que desean ser escritores?
R= Que busquen un empleo, una profesión, eso da visiones cotidianas interesantes para convertirlas en poemas. Que lean por placer ante todo y si es en castellano, mucho mejor, sin importar la época. Lean en voz alta sus poemas favoritos y también sus propios poemas, eso alimenta la intuición.
Déjate influir por grandes poetas, pero reconoce la influencia —estoy parafraseando a Ezra Pound en su «Arte poética». Comienza a escribir hoy lo que vas a publicar dentro de cinco o seis años. La poesía es muy mal negocio, pero deja muchas satisfacciones.
Ocúpate de lo tuyo y no desperdicies tu capacidad de criticar el trabajo de los demás, vuelca esa energía en tus propios poemas. En este oficio nunca se deja de ser un aprendiz; como los chinos: oye, mira, calla y aprende. Si no te gusta algo en el trabajo de otros, no lo hagas tú y ya.
El mejor taller literario es la lectura de grandes poemas. No desprecies la tradición: es tu herencia, tienes derecho a ella. Evita los chismes y las envidias: hay gente chismosa, súper chismosa, escritores, y escritores frustrados. Habla de lo que has hecho y no de lo que quisieras hacer: del plato a la boca se cae la sopa.
Los grupos literarios casi siempre sirven nada más para aplaudirse mutuamente y para alimentar su propia mediocridad: evítalos. Lo diré de nuevo: la poesía es generosa con quienes la cultivan sin esperar nada de ella.
18- ¿Proyectos futuros?
R= Aprender a hacer una buena paella. Quizá poner un puesto de tacos o hamburguesas. Aprender a reparar mi propia bicicleta. Aprender a bailar. Publicar mi tercer libro. Ya mero viene. Prepárense: cuando vayan a la presentación tengan la precaución de no tener nada qué hacer al otro día. Yo sé lo que les digo.