DISPARATES
El Führer de Macuspana
Armando Hugo Ortiz Guerrero

Monterrey.- Cientos de epítetos le han endilgado a López Obrador, desde el Mesías Tropical, de Enrique Krauze, allá por 2005.

     Ahora habrá que añadir el dicho en España por el empresario Alfonso Ancira, en la diligencia para resolver su extradición a nuestro país, por acusaciones de corrupción: “El señor (López Obrador) es un mitómano del tamaño de Hitler, lo ha demostrado la prensa”.

     El Tribunal a cargo, tal vez esperaba argumentos inteligentes del empresario –hasta hoy dueño de AHMSA– en cambio escuchó expresiones como que “México es un país sin ley ni justicia, acá en España sí se hace y los felicito… Las cárceles españolas son hoteles de dos estrellas, en comparación con las de México. Soy un daño colateral de la persecución de López Obrador contra el gobierno anterior… víctima de una persecución política.”

     En el colmo dijo a la Juez que presidía la audiencia: “No es un sujeto que esté en su cordura, no usted, señor fiscal, no me vaya a malinterpretar, es el presidente de México.”

     Fue un alegato digno de José Candelario Tres Patines ante el Tremendo Juez, en el programa de la Tremenda Corte. El abogado defensor de Ancira no tuvo más remedio que disculparse por los excesos de su cliente. El juicio se resolverá en 10 o 15 días. Cualquiera que sea el veredicto se va a reclamar y pasa a la instancia superior. En última instancia, el gobierno español quien tiene la última palabra.

     Ancira no la tiene buena, el Fiscal General de la Audiencia no ve objeción para que lo manden a México. Su defensa fue una burrada; o tal vez una estratagema para evidenciar que está perturbado de sus facultades mentales, loco de atar.

     Todo sea porque no lo alojen en el hotel de menos cinco estrellas que lo espera aquí.