Monterrey.- En la diaria operación de los Centros de Desarrollo Infantil del Frente Popular “Tierra y Libertad” (los CENDI), las educadoras han desempeñado, desempeñan y seguirán desempeñando, a pesar de la pandemia, un papel estratégico en su estructura organizacional y así lo han hecho durante estos primeros 30 años de atender la educación de la primera infancia.
En la figura de la Directora General de los CENDI descansa la principal responsabilidad de que el modelo educativo opere y cumpla sus objetivos particulares y generales, a partir de promover la capacitación y actualización permanente de todo el personal, de definir las áreas de oportunidad y de encabezar los proyectos de mejora continua, de calidad y de excelencia.
Dentro de la estructura organizacional, la Coordinadora es el enlace entre las Directoras de cada uno de los CENDI y la Dirección General. De esta forma, se gestionan y asignan oportunamente los recursos humanos, económicos y materiales para operar, con base en la planeación anual de actividades, en la evaluación de desempeño y en la asignación de incentivos.
Las Directoras de cada CENDI, por su parte, tienen la responsabilidad de fungir como facilitadoras del trabajo del equipo multidisciplinario de especialistas, de educadoras y de asistentes educativas, para garantizar la operación efectiva, además de apoyar el despliegue de los programas de acción comunitaria. Las Directoras también tienen la responsabilidad de garantizar el uso adecuado de los recursos y de ser ejecutoras.
Los especialistas tienen la función de realizar la valoración integral de cada niña y niño CENDI antes del arranque del Ciclo Escolar, lo cual sirve como diagnóstico inicial y permite conocer las necesidades y particularidades de cada alumna y alumno. Asimismo, se encargan de realizar las evaluaciones periódicas del desarrollo, así como de llevar a cabo un análisis exhaustivo de los resultados y de sus causas, elaborar un expediente único y definir las estrategias de acción. Tienen también la tarea de brindar la capacitación y asesoría a las familias en la Escuela para Madres y Padres.
Sin embargo, las ejecutoras de la diaria operación de los CENDI son las educadoras y las asistentes educativas, quienes despliegan sus conocimientos y actividades en cada niña y niño y con su respectiva mamá o papá y, al igual que los especialistas, enriquecen los procesos de enseñanza-aprendizaje adquiridos durante las capacitaciones y actualizaciones.
El rol de la educadora CENDI es de recreadora de la cultura, generadora de la transformación social y constructora de conocimientos. Es de liderazgo-estratégico y es de agente de cambio de la comunidad. Por ello, su perfil docente requiere cumplir con las siguientes características y consolidar las siguientes funciones:
° Calidad docente y experiencia, con formación y conocimiento profundo en las necesidades de la niña y del niño en sus primeros años de vida y en los factores que propician su desarrollo integral.
° Promover, dinamizar y encauzar el cambio de actitud de la madre y del padre frente a sus hijas e hijos, para mejorar sus condiciones de vida.
° Desarrollar un trabajo educativo que respete la pertinencia y los valores culturales de las comunidades.
° Participar de manera comprometida y responsable en las acciones de desarrollo social y educativo de la niñez, de las familias y de la comunidad.
° Garantizar la capacitación adecuada, de calidad y permanente de la familia.
° Ejecutar su labor coordinadamente con otras agentes de cambio y con las y los líderes de la comunidad.
° Responder a las expectativas de la comunidad y del personal con el que trabaja coordinadamente.
° Mostrar total conciencia y compromiso con los valores, las causas y los objetivos del modelo educativo.
° Tener un profundo conocimiento de la comunidad con la que trabaja y de sus necesidades, así como mostrar identificación y empatía con sus integrantes y, en la medida de lo posible, ser parte de la comunidad.