Austin.- Viendo los movimientos políticos actuales, los chismes, las especulaciones, los deseos, los manotazos o falta de ellos, pienso en la fábula de la tortuga y el conejo.
Mientras la tortuga va despacio pero firme, el conejo brinca, se desvía, goza, duerme siesta, va a restaurantes de lujo para que lo vean y llega en segundo lugar a la meta, lo que no era malo, solo que solamente había dos corredores, como usualmente sucede en política. Sólo una se queda con el poder y el puesto.
Como parece ser el caso, se han lanzado a la carrera del 30 muchas personas, pero en efecto son más visibles los conejos, que tiran golpes, hacen maniobras, se mueven mucho mientras las tortugas trabajan y silenciosamente arman alianzas, consolidan posiciones y quedan bien con el fiel de la balanza.
La política tiene tiempos. Los tiempos del poder son distintos de los que lo analizamos y de los “comentocrata”. Algunos “seriamente” vuelven la mirada buscando señales que les permitan desentrañar esta carrera, llegan a la consolidación del PRI, donde había dos presidentes, y la pugna terminó con uno de ellos “invitado” a salir del país en un avión militar. Pero hay diferencias sustanciales entre aquel momento y ahora. Por un lado AMLO no busca protagonismo y “se cree saber” que desde su rancho mueve ciertos hilos de la política. La lectura se basa en una de las desviaciones de los conejos.
Algunos dicen/sugieren/desean que la presidenta adquiera todo el poder presidencialista y dé un manotazo disciplinando a los conejos, cosa que de alguna manera ha sucedido; pero como la sangre en política es dulce, se quisiera ver más y no solamente ojos morados. Por ejemplo, algunos claman por una lección ejemplar al jefe de una familia que abarca demasiados puestos políticos y da dudosos resultados favorables para el proyecto presidencial, definido como el segundo piso de la 4T. Cualquier cosa que esto sea.
Otros piensan en un equilibrio de fuerzas a favor de la presidenta, como si la balanza debiera moverse con rapidez, le dieron una lectura tremenda al desdén fotográfico como si hubiera sido en extremo significativo.
Otros piensan que hay un proceso en marcha que tarde o temprano pondrá “todas” las cosas en su lugar. Pero no solamente no hay todas, sino como diría un ingeniero, todo se equilibra; aun Andy y Palenque se van a equilibrar, y los conejos y las tortugas lo harán.
Pero como la carrera sigue, hay que prestarle mucha atención a la próxima meta intermedia y Chihuahua puede marcar el camino del 2030 y solamente es el año que viene.
Los conejos se desviaron hacia Chihuahua y les mandaron una señal para que se regresaran a la pista central; eso parece haberlos retrasado, mientras que las tortugas que venían tejiendo ya habían establecido una posición importante en Chihuahua.
La carta de un conejo parece deslucida y la obligaron a bajarse de las ambulancias, pero otro sigue con esperanzas. La resolución de esa desviación, puede ser el prolegómeno del armado de las candidaturas del 2027, porque es como la mitad del camino de la carrera y ahí veremos quién trae energía.
¿Podemos esperar sorpresas en el 27? ¿La presidenta podrá poner una cámara que responda a su necesidad y proyecto político? ¿La presidenta dará el gran manotazo sacando de la carrera a algunos conejos porque perturban/estorban? ¿Qué pasará si no logrará sacarlos de la carrera?
¿La presidenta consolidará los factores que continuarán con su proyecto?
En la política hay vías, deseadas, indeseadas, imaginadas e inimaginadas.
Se me ocurre pensar sobre lo que pasaría si CSP le entrega a USA a un amlista de alto nivel entre la lista de corruptos que quieren los gringos.
¿O qué pasaría si algunos de los conejos que solamente tienen frente a los ojos el número 30, se van a encabezar consulados de poca monta en las Azores o las Islas Canarias, aunque no existan?
¿O que preparando el 27, la presidenta sacuda al gabinete y lo refuerce solamente con gente cercana y leal a su proyecto? Por lo pronto ya candidatean a la Secretaria de SEMARNAT para secretaria general de la ONU –cualquier cosa ahí será mejor que el judeófobo inútil de Guterres–.
Si la historia se repite y las fábulas se hacen realidad, lo más seguro es que debamos esperar a que gané la tortuga. Aunque en política si acaso se repite la historia lo hace de otra manera, y las metáforas tienen varios significados, algunos ocultos.
Se vale apostar, sírvase una buena limonada y apoltrónese para ver la continuación de la carrera; habrá uno que otro sobresalto, pero nada para espantarse y a la mejor, tema para sacar alguna sonrisa.
@shmil50