Licencia para llevar
Carlos M. López Hernández
Resulta que mientras en el Congreso de Nuevo León se discutía quién sería el gobernador interino para suplir a García Sepúlveda, durante seis meses, resultó ser que el presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Nuevo León (TSJNL) y del Consejo de la Judicatura de Nuevo León (CJNL), recientemente reelecto, Arturo Salinas, sería el elegido.
Esto resultó ser algo completamente inesperado, ya que desde afuera se pensaba que el Congreso aprovecharía la ocasión para nombrar a Adrián de la Garza, quien ha sido una de las cartas para incomodar a García Sepúlveda, pues ha de recordarse que fue su apuesta para ocupar el cargo de Fiscal General, tras la renuncia de Gustavo Guerrero, pero que el mismo gobernador vetó esa posibilidad.
Ahora bien, que Arturo Salinas ocupara el cargo de gobernador interino, no sería posible, ya que la constitución local como la federal no permiten que una sola persona pueda ejercer más de un poder a la vez. Sin embargo, eso no impidió al presidente del Congreso de Nuevo León, Mauro Guerra, llamar al presidente del TSJNL para que ese misma tarde tomara protesta.
Por tanto, para evitar tal situación, lo que sucedió fue que Arturo Salinas presentaría también licencia para ausentarse de su cargo como presidente del TSJNL y del CJNL, por lo que todo fue un «fast track», o como dirían algunos más veteranos, en un «plisplás».
Ahora bien, no todo termina ahí, ya que todo se complica aún más por otras cuestiones que generan aún más polémica.
Arturo Salinas ha sido cuestionado desde tiempo atrás, ya que su designación como presidente del TSJNL estuvo lleno de polémica, tanto jurídicamente como desde un punto de vista doctrinal, es decir, académico, pues ¿por qué habría que dirigir un político al poder judicial, cuando desde siempre se ha afirmado que el derecho y la política no se mezclan? (aunque esto, en estricto sentido, es incorrecto; pero esto ya es tema para otra oportunidad).
Pero bien, tal parece que pedir licencia cada vez se asemeja más a la comida rápida, tanto que hasta ya se piden para llevar, como ha sido este caso. Poco importa ya cuál sea el motivo de ausencia y su posible justificación.
Mientras tanto, los ciudadanos atentos a las cuestiones políticas, solo quedan anonadados ante el desgarro y juego que hacen los políticos con las leyes; y los más despistados, les da un tanto igual.
Ante esto, el discurso de Arturo Salinas se enfocó en esta cuestión. Este próximo 2 de diciembre ocupará el cargo de gobernador, hasta el 2 de junio. Ya se verá qué ocurre con todo esto.