RODRIGUEZ29112024

Marzo jacarandoso
Lídice Ramos Ruiz

Monterrey.- Hace unos lustros, en el lenguaje cotidiano mexicano se utilizaba el vocablo “jacarandosa o jacarandoso”, para destacar cualidades de una persona que era alegre, que en sus conversaciones de época se comportaba desenvuelto, tenía garbo o caminaba con donaire; es más, hasta podía destacarse que sus expresiones eran ocurrentes o con gracia popular. Al final, se sobreentendía que en esta comunicación se encerraba una sabiduría cotidiana.

En la capital de México la expresión cobraba sentido físico con el renacer de las jacarandas, con el color de sus flores alegrando los camellones de algunas avenidas y de cómo muestran la alegría de la primavera. Además, entre los mitos urbanos se tiene toda una historia sobre el japonés que colocó las primeras plantas que quizá le recordaban a sus cerezos del lejano oriente.

¡Sorpresa, emoción, de las más agradables! fue para mi encontrar en el libro gratuito de sexto grado de primaria de Lenguajes Múltiples, edición 2023, como primera lectura “La Marcha de las Jacarandas”, donde se hace referencia a la conmemoración del 8 de Marzo, en el año 2020 en la ciudad de México. No será difícil para el o la lectora entender mi emoción si le informo que en mi juventud profesional marché en variados momentos por la defensa de los libros de texto gratuitos en las calles de Monterrey; y que llevo, además, decenios pugnando que no se nos olvide en el calendario cívico de las mujeres el ocho de marzo, símbolo de fortaleza, de exigencias de justica, decisiones, encuentros colectivos de las mujeres con voz de libertad, igualdad y sororidad.

Aparece el texto firmado por Sabina Mogur Lim y a manera de una conversación entre una niña, tal vez de 11 o 12 años para estar en ese grado escolar y su tía. No se tiene nombre ninguna de las dos, ni de las amigas, ni la edad de ellas. Por supuesto hacen historia de lo que ha acontecido en este siglo XXI y las demandas van desde: ciudadanía plena más allá de la vía del voto. La grave violencia hacia mujeres del lado de grupos criminales, hasta la desplegada en lo privado por personas cercanas a las víctimas. Las exigencias al Estado en todos sus niveles por el esclarecimiento de los feminicidios.

Pedagógicamente, resulta atractivo que se resalten en morado palabras guía o conectores que den énfasis a la charla. Dice: “¿En dónde nos duele la injusticia? ¿Nos enferma? ¿Qué hacemos con ella?”

“En las noticias dijeron que fuimos ochenta y cinco mil mujeres quienes marchamos aquel día. Yo creo que éramos muchas más. Cuentan que desde el cielo parecían multiplicarse las flores de las jacarandas: Cada flor una mujer morada, cada mujer desbordando su rabia, cada rabia multiplicada en mil voces, cada voz abrazando a las madres “desahijadas”.

La niña cierra sus impresiones sobre el relato de la tía diciendo que la percibe entre entusiasmada y triste. La una, la mayor deseando que fuera la última marcha y que las cosas cambiaran y no se tuviera que volver a luchar para exigir el respeto a la vida de las mujeres. Y la jovencita: “yo, emocionada, miré el calendario: dentro de un mes florecerán, otra vez, las jacarandas.”

En fin, dentro de unas cuantas páginas se invita a descubrir, diversas maneras de leer los lenguajes del entorno, sumergirse en la historia oral y escrita o en las pinturas o fotos que nuestras sueños y ejercicios de imaginación, si se puede lograr, una agilidad mental que salga de los celulares, las tabletas o medios electrónicos. Al menos en esta lección se invita a la curiosidad, escucha atenta y ganas de vivir la experiencia o identificación con esas bellas y delicadas flores de la jacaranda.

Me parece muy significativo que, una parte, de la historia de un movimiento social en México pueda presentarse en este libro de texto gratuito, puesto que desde mi reflexión estamos dando pasos a un proyecto de nación mexicana que pugna por acabar la ceguera de género que ha borrado tanto la historia de las mujeres como a las mujeres en la historia. Tanto y tan profundo, para no verlas como “sujetos políticos”. “Actrices políticas”.

“Las otras, los otros” explica Zygmunt Bauman en su material de Tiempos Líquidos: vivir en una época de incertidumbre ha sido uno de los problemas continuos de la sociedad occidental. Sus argumentos desmenuzan las estrategias de esta civilización de tres maneras.

1ª. Exclusión del otro o la otra al no estar inmersos dentro de los cánones culturales que rigen la sociedad en su momento dado.

2ª. Asimilación del otro o la otra despojándole o cambiando el sentido de sus esfuerzos o de su identidad política. Te comes o devoras sus palabras, sus ideas.

3ª. Desaparición de tu mapa mental o invisibilizar su existencia.

En la sociedad contemporánea actual, para unas visiones tratada como Posmodernidad, para otras Modernidad Líquida, o bien Globalización, bajo la ética del consumo, o también como Sociedad del Cansancio; estas reflexiones del sociólogo son relevantes. No esperamos en la educación forjar ciudadanos o ciudadanas sin marcos de referencia o memoria del pasado, o bien de mirada a un futuro, sólo condenados a seguirle el juego a un presente sin pacto de género. En el “tiempo de mujeres”, por primera vez observo en 2025, reflexiones más profundas de una genealogía femenina: Abuelas, madres e hijas. Tenemos rumbo, falta desmontar las nuevas rutas del patriarcado y la mercadotecnia en torno a mujeres.