Monterrey.- La escritura es un acto comunicativo que permite representar el pensamiento, preservar la memoria y construir el conocimiento. Transforma la manera en que las personas construyen su realidad. Es también un acto subjetivo: quien escribe se posiciona frente a lo que piensa y siente, conformando su identidad. En el ámbito educativo, la escritura es una herramienta múltiple para estructurar el pensamiento complejo: argumentar, imaginar y dialogar con otros y consigo mismo.
El fomento de la lecto-escritura desde la educación primaria implica mucho más que enseñar a decodificar palabras o reproducir estructuras gramaticales. Leer y escribir desarrollan la atención, la memoria, la metacognición y el pensamiento analítico. Además, escribir permite organizar ideas, reflexionar, construir conceptos y participar activamente en la vida democrática. En este sentido, la lecto-escritura es clave para la inclusión, el respeto a los derechos humanos y la formación de sujetos críticos capaces de transformar su entorno mediante el lenguaje.
¿Qué contiene la publicación Mi Nuevo León? Esta obra reúne textos literarios elaborados por niñas y niños de la Zona Escolar No. 26 del sistema educativo estatal. Forma parte de un proyecto de lecto-escritura de largo aliento impulsado en las escuelas primarias. Desde hace casi una década, en el marco de los Consejos Técnicos de Zona, se han lanzado convocatorias para promover la creación literaria infantil como vía para fortalecer la identidad, la imaginación y el sentido de pertenencia.
El libro está organizado en tres secciones que corresponden a las categorías A, B y C e incluye los textos que obtuvieron primeros, segundos y terceros lugares, así como menciones honoríficas. En la Categoría A, se publican 12 textos destacados. Entre ellos: relatos sobre una flor y la amistad, el orgullo de ser nuevoleonés, una visita a un rancho en Los Ramones, una reunión familiar en Zaragoza, un lobo guardián en Chipinque y el orgullo de ser nuevoleonés, poemas bucólicos, una fábula ambientada en el Cerro de las Mitras, un corrido y una prosa poética de la entidad y del emblemático Cerro de la Silla.
La Categoría B presenta también 13 obras, entre ellas: leyendas sobre tesoros naturales y la figura mítica de La gran Señora de Nuevo León, historias situadas en Galena, Zuazua y Linares, una visión infantil del futbol como proyecto de vida, poemas que celebran el orgullo local y relatos sobre la Hacienda San Pedro o los “guardianes de la montaña”. Destaca también una leyenda de una maestra de Montemorelos.
En la Categoría C, se incluyen 14 textos que exploran el misterio y la fantasía: desde la Hacienda de los Susurros de San Agustín hasta leyendas de lechuzas y cuevas encantadas; desde relatos sobre un enfermero bondadoso y una enfermera cruel, hasta una rata navideña y un niño explorador de Monterrey. Tres poemas celebran la identidad regional, y un credo reafirma el sentido de pertenencia. En particular, resalta un reclamo social que interpela al presente y al porvenir:
“Quiero un Nuevo León limpio, digo limpio tanto en ambiente para respirar aire no contaminado, como también un Nuevo León limpio de tanta inseguridad” (p. 71).
También se incluyen textos que denuncian la escasez de agua en el área metropolitana e invitan a reflexionar sobre el cuidado del planeta. La mirada crítica de las y los estudiantes está presente porque reclaman un futuro más sustentable.
Por su parte, Antonio Ramos Revilla, en el prólogo explica las emociones que emergen con la lectura del libro:
…es un paso por la nostalgia si se tienen los ojos para mirarla, es un paso por el orgullo, si se tiene el corazón para sentirlo, es un paso por la identidad, si se decide abrazar. Al final, los días son estos: habitar una región y amarla” (p. 8).
La comunidad educativa de la Zona escolar # 26 participa dentro de un proyecto escolar de lenguaje oral y escrito innovador, constante y duradero en forma autogestiva e independiente siempre buscando fuentes propias y alternas para financiar sus ediciones y para llevar a cabo las presentaciones de sus libros en espacios culturales de gran reconocimiento. Con el esfuerzo colectivo y una meta en común, han aprendido juntos para ser promotores de escritores y a dejar huella de sus pensamientos para la posteridad. Además, son apoyados por especialistas que funcionan como jurados, presentadores, ilustradores y expertos en diseño editorial de cada una de las publicaciones que han sido coordinados en todas sus ediciones por la Maestra Gloria Amador.
La creación literaria en la primaria es una vía de expresión estética y lúdica. Lejos de ser un adorno curricular, la escritura es una forma creativa de pensar el mundo con otros lenguajes: el de la imaginación, la ficción y la emoción. En la práctica educativa este tipo de propuestas desarrolla el pensamiento crítico porque el niño o la niña no solo narra lo que ve, sino que reinterpreta lo vivido, lo imaginado y lo construido; estimulan la empatía, la atención a la diversidad y la autonomía intelectual; permite cuestionar prejuicios y estereotipos y proponer alternativas desde la voz infantil. En este nivel, escribir no es repetir modelos, sino experimentar con el lenguaje como instrumento de libertad y acción transformativa. Así, se establece un vínculo directo entre literatura infantil y formación ciudadana.
Reconocer estos proyectos significa valorar las aportaciones de las comunidades escolares. Estos esfuerzos promueven la autonomía docente, al proponer actividades que van más allá de lo prescrito oficialmente. Dan voz a los estudiantes, legitimando sus palabras y sus mundos posibles. Cuando un estudiante ve su texto publicado, comprende que el pensamiento importa y que la experiencia de escribir es digna de ser contada y compartida.
También sirve para que el patrimonio literario local enriquezca la identidad cultural en las aulas, la escuela y la comunidad. Representan una resistencia creativa, apostando por una educación sensible, humanista y centrada en la experiencia de niñas y niños. Por ello, estos proyectos deben ser visibilizados, documentados y sistematizados como buenas prácticas, con posibilidad de ser replicadas, fortalecidas y reconocidas en instancias académicas, culturales y gubernamentales.
* Amador Campos, Gloria Elizabeth (Coordinadora). (2025.) Mi Nuevo León. Zona escolar # 26. Colibrí Espacio Editorial A. C.
* Maestro normalista y profesional universitario. Doctor en Ciencias Sociales. Ha escrito artículos, capítulos, libros, reseñas y entrevistas sobre temas educativos, literarios y sociales. Investigador de la Universidad Autónoma de Nuevo León. Miembro del Sistema Nacional de Investigadoras e Investigadores, Nivel I.