GOMEZ12102020

MICROCUENTOS PARA PENSAR
El rey sol
Tomás Corona

Monterrey.- La madre lo creía, estaba convencida de ello. Quien sabe cómo investigó la historia familiar y su ascendencia provenía directamente de Luis XIV, “el Rey Sol”. De hecho, su casa estaba adornada por todas partes con objetos de origen supuestamente francés: alfombras, candiles, adornos de mesa, tapices, sin faltar el escudo familiar de su apellido (García, ¡Jajajajajaja…!), en la pared de la sala… Preparaba costosísimos guisos afrancesados que el padre y esposo jornalero apenas podía solventar. Aquella mujer no convivía con nadie para no “rozarse con la plebe” y tampoco se cansaba de presumir su fastuosa cuna, su genealogía familiar, su linaje de reyes, la casta pura de su estirpe con quienes alguna vez se dignaba platicar.

Por eso cuando Carolina, una pobre plebeya de quien su hijo Luis se enamoró perdidamente, la flamante señora se negó rotundamente a aceptarla en el cerrado clan familiar. Cabe señalar que ambas familias, la de Carolina y la de Luis, vivían en un pueblo de Nuevo León. Obviamente, después de contraer matrimonio con su amada, Luis fue desheredado y también perdió su título nobiliario, pero no le importó. La ridícula señora, por sus excéntricos vestuarios era el hazmerreír de sus paisanos y no menos de uno la juzgaban loca, lloraba día y noche por su príncipe perdido. La amorosa pareja se vino a vivir a Monterrey, procrearon 3 hijos ya sin “sangre azul” y, aun hoy, son una familia progresista y feliz. Sangre de reyes… ¡Bah…! Así es la vida de caprichosa…