RODRIGUEZ29112024

MICROCUENTOS PARA PENSAR
“Vida saludable”
Tomás Corona

Monterrey.- “Vive saludable” es una estrategia gubernamental, bastante loable, por cierto, creada expresamente para mejorar la vida de los alumnos, cuyo propósito es orientarlos, con el fin de que se procuren una sana alimentación.

Nada más utópico e ideal, que una propuesta de esta índole que raya en una absurda quimera si se tienen en cuenta los siguientes, considerandos:

La intromisión de poderosas marcas comerciales que inciden directamente en la compraventa de comida chatarra en las escuelas. Ni caso tiene mencionarlas.

El descuido, flojedad, irresponsabilidad y laxitud de la mayoría de los padres, incapaces de preparar alimentos nutritivamente equilibrados, para que sus hijos lleven como típico “lonche” a la escuela. Unos tacos de picadillo o un simple sandwich de jamón, por ejemplo. Obvio, prefieren comprarles comida “chatarra”, tan dañina y poco nutritiva, como era en antaño un “gansito” y una soda.

La indisposición de las señoras responsables de la cooperativa escolar, negadas rotundamente a preparar alimentos más sanos y nutritivos, porque les resulta más fácil vender frituras, cocas, dulces y otros menjunjes, en detrimiento de la salud de los alumnos. Muchas de ellas han preferido renunciar al jugoso negocio que tenían en la “tiendita” escolar.

La complicidad entre los profesores, quienes seguramente seguirán consumiendo a escondidas pastelitos, comidas grasositas, refrescos de cola, entre otras delicias perjudiciales para la salud, en eventos especiales o en sus fiestas de cumpleaños, puesto que la nueva ley no aplica para ellos.

Un considerando muy importante refiere a que, innumerables cuestiones que se han legalizado constitucionalmente, como esto de la prohibición de la comida chatarra en las escuelas, aunque están remarcadas y renombradas en una ley, o son violentadas o nunca se cumplen, por la complejidad que implica su operación y ejecución en la realidad, en este caso, en el acontecer escolar, a la vez reglamentado y permisivo.

Por último, por todas sus implicaciones económicas, sociales, políticas, y por su prolongada práctica en las instituciones escolares, será muy difícil erradicar el uso y costumbre de la comida chatarra del ámbito educativo, en el cual su abuso indiscriminado se ha convertido prácticamente en un dañino rasgo cultural. El alto índice de obesidad infantil constituye una clara muestra, una prueba fehaciente de ello.