RODRIGUEZ29112024

Otakus vs ChatGPT
Luis Valdez

Monterrey.- “¿Alguien de aquí es otaku?”, pregunté en un grupo donde doy clase a chicos fresas. Ninguno contestó –nunca contestan-, pero eso hoy me relajó: los otakus se están alzando contra el sistema.

¿Lo digo en tono de burla? Sí y no. Primero porque el 90% de los otakus son occidentales que cayeron en las modas japonesas. Los hay de fin de semana, hasta los radicales que ven animes en idioma original y compran sus mangas en japonés.

Pero la mayoría vagan por los pasillos de sus escuelas capturando pokemones en Pokemon Go, ven Atack on titan; o si le hicieron caso a algún tío, vieron AKIRA. No leen Junji Ito porque les da ansiedad. MONSTER les aburre, EVANGELION “ya es para chavorrucos boomers”.

Pero en cuanto chatgpt comienza a diseñar fotos al estilo Estudio Ghibli, alguno fue el primero en indignarse y luego consiguió un comentario de abuelito Miyazaki hablando mal de la IA, y entonces sí: esta generación que hace sus tareas con chatgpt –hasta las que dicen “escribir a criterio personal”– se molestan con el mismo chatgpt.

Vaya ironía.

Los mismos jóvenes que hacen dibujos estilo manga por encargo –de personajes que no les pagan a sus creadores por derechos en cada comisión–, que hacen sus cosplay piratas para ir a convenciones –donde a veces cobran por foto o reciben dinero de algún concurso–, se quejan porque la IA replica el estilo Ghibli sin derechos de autor.

¿Y qué enseñanza profesional dan las universidades sobre esto? En la convocatoria 2025 del certamen literario UANL, agregaron la categoría de fanfic. ¿Es un género literario o es piratería?

Me caen bien los otakus. Me emocionan los cosplays –aunque reconozco muy pocos– y ya tengo un gusto específico por ciertos mangas. No les deseo que maduren o no –esa ya es bronca de ellos–, pero sí que ojalá algún día aprendan lo que muchos ambientalistas, antitaurinos, feministas, y hasta veganos no han llegado a aprender: a dejar de ser hipócritas.