GOMEZ12102020

¿Qué políticos necesitamos?
Luis Valdez

Monterrey.- La carrera política no requiere de oficio ni de vocación. Eso ya es por todos sabido. Es un juego sucio, triste y lleno de tramposos.

     Si nos pusiéramos demasiado místicos, podríamos mirar hacia arriba y decir: "Mira, a este mundo lo domina el mal. Han llegado al poder con trampas, con mentiras, con trucos que han pisoteado a los necesitados y a los pobres". ¿Cómo hemos llegado hasta aquí? ¿Cómo fue que nos descuidamos tanto al grado de tener a las peores personas de nuestra sociedad dirigiendo la orquesta?

     Y si ya hemos caído en cuenta de esto, ¿ahora qué podemos hacer? ¿Salir a gritar, tomar oficinas públicas, educar con más consciencia social a nuestros niños, quejarnos en redes sociales?

     Claro que ahora resulta muy fácil decir que no tenemos los políticos que nos merecemos. Nos damos golpes de pecho y pretendemos librarnos de culpas insultando al poderoso y a su familia. Un perro puede desahogar sus instintos yendo a orinar la llanta de un carro del año, pero eso no evitará que al año siguiente el dueño saque un carro nuevo. Gritar y hacer desfiguros no cambia las cosas.

     ¿Qué políticos nos merecemos? Las mujeres dirán a quė tipo de funcionario público necesitan. Pero no será lo mismo que necesiten los desempleados, ni los jóvenes sin beca de estudios o los adultos mayores. En un país como México, que son muchos Méxicos, cada necesidad pública también es subjetiva. Hay necesidades sociales generales y también valores cívicos políticos. ¿Pero los candidatos a las alcaldías, gobernaturas saben de necesidades sociales y valores cívicos, o solo hacen lo posible por seguir colgados en el tendedero de la función pública?

     Porque tristemente nuestro país ya no tiene políticos que son servidores públicos, sino gente que hace carrera política.

     El año pasado la diputada plurinominal Mariela Saldívar criticó a una ciudadana que quiso participar en el Instituto de Movilidad, porque era "una ciudadana desconocida", que no tenía experiencia en la función pública. Esta persona tuvo que acudir a la prensa para confesar que trabajaba en una empresa de insumos de limpieza como hace un ciudadano normal.

     Por supuesto. Los ciudadanos tenemos que trabajar. Pero también tenemos derecho a aspirar a participar en un Instituto o en un Consejo. Y más si es por medio de un a convocatoria pública lanzada por el Congreso del Estado.

     ¿Desde cuándo los políticos nos pueden decir a los demás que solo somos ciudadanos?

     ¿Quė políticos necesitamos? Para empezar, aquellos que no pretendan vivir durante décadas a costa del erario, brincando de diputados a senadores y luego a candidatos a la alcaldía o gobernador... saludos a Adrián de la Garza, a Samuel García, a Alfonso Robledo, a Clara Luz, a Mariela Saldívar.

     También necesitamos políticos que nos abran las puertas a la participación. Que los edificios y sus oficinas públicas no se vean como oficinas privadas, porque no lo son. Nunca lo han sido.