Monterrey.- Recordemos que esta reunión tiene lugar en un “punto” del Universo no sujeto a las restricciones espacio- temporales que nosotros conocemos.
No podía haber faltado a la cita la matemática alemana Emmy Noether, de ella, el mismo Albert Einstein alguna vez escribió: -La señorita Noether fue el genio matemático más importante que haya existido desde que comenzó la educación superior para las mujeres.
Durante la reunión, Emmy Noether sostuvo animadas charlas con sus colegas matemáticas al recordar con tristeza, la misoginia imperante en las universidades europeas aún en el siglo XIX y principios del XX, sobre todo contra las damas que deseaban estudiar o enseñar matemáticas. Este rechazo se manifestaba aún en genios como el filósofo alemán Arthur Schopenhauer, considerado uno de los más brillantes del siglo XIX, pero quien desafortunadamente expresaba en “El amor, las mujeres y la muerte “: -¡Qué puede esperarse de las mujeres, si se reflexiona que en el mundo entero no ha podido producirse en este sexo un solo genio verdaderamente grande, ni una obra completa y original? El matemático alemán August Ferdinand Mobius, autor de La cinta de Mobius, pequeño y sencillo artefacto que desafía las leyes de la física a la que estamos acostumbrados poniendo alas al pensamiento”, desgraciadamente Mobius alguna vez escribió esta estupidez: -La mujer matemática lo es contra natura. Emmy Noether se alzó triunfante, aun en este mundo misógino y machista para convertirse en una matemática excepcional que nunca se rindió, ésta bella dama estableció las bases del Álgebra Moderna. Durante la reunión también se comentó que la Universidad de Nuremberg fue cuna de grandes matemáticos como David Hilbert y Hermann Minkowsky, precursor de la Teoría de la Relatividad.
Participó de manera muy activa en esta reunión de bellezas matemáticas de la segunda mitad del siglo XIX y primera del XX, Grace Chisholm Young, autora de importantes obras de Didáctica de las Matemáticas.
Otra de las asistentes fue la físico-matemática rusa Sofía Kowalevsky a quien el cálculo diferencial y la Mecánica deben grandes aportaciones. Xaro Nomdedeu Moreno en su bello texto: “Sofía. La lucha por saber de una mujer rusa”, refiere que Sofía Vasilievna Korvin-Krukovski Kowalevsky se sintió atraída por las matemáticas desde muy joven, pero para poder estudiarlas tuvo que vencer la oposición de su familia, quienes consideraban que su estudio no era apropiado para una joven. Era tanto el amor por las matemáticas que Sofía se vio obligada a aceptar un matrimonio de conveniencia para así poder salir de Rusia y tener acceso a una educación de nivel superior.
Estaremos al pendiente de una próxima reunión, esta sí, bajo una nueva convocatoria que no separe a hombres y mujeres.