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Pues qué lindura de números. ¿Habrá a estas alturas, después del acto caricaturesco de toma de protesta presidencial del 2006, producto de un proceso eleccionario dudoso aún, quién crea a pie juntillas en las encuestas, así porque sí? En este caso encuestorial, tan falso y tramposo el pinto como el colorado. Por algo aconsejaba el pasado "dignatario" presidencial, antecesor del presente que, es mejor no leer periódicos, para no enterarse de la realidad; porque claro, aunque sea retrógrado e involutivo, social y culturalmente hablando, resulta fructífero para quienes van tras el poder a costa de lo que sea. En nuestro país, se leen menos de dos libros por persona al año; se inauguran, tapándole el ojo al macho, gigantescas bibliotecas que no funcionan, en lugar de atender las pequeñas y dotar con más de éstas a colonias y barrios, "todo está bien". Y ¡venga el relumbrón! que servirá para agenciarse el siguiente jugoso puesto, sin ningún remordimiento. Si los números, símbolos e imágenes son reproducidas a modo, a través de medios donde se gastan los gobiernos buena parte del presupuesto público, para que la audiencia replique luego a coro que "ai la llevamos y nada nos afecta", mejor. En cuanto a los resultados de "Publicum estrategias", cómo es posible que puedan generarse resultados objetivos y veraces desde un organismo que tiene puesto su interés en mostrar entre los competidores sus propios intereses, incluso de parentesco. Ahora resulta que los priistas Marcela y Abel Guerra están entre las preferencias de intención de voto ante las próximas elecciones, al lado de Fernando Elizondo; pisándoles los talones a Adalberto Madero. Aunque poco haya importado educar e informar a fondo en asuntos de estadística, con el tiempo la gente ha aprendido a observar y utilizar su inteligencia emocional e intuitiva. Ha aprendido también que las estadísticas son manipulables, que tienen umbrales de certeza y márgenes aleatorios; y que, entre esos márgenes y la desinformación o información dolosa, lo que se pretende es ir dejando en la conciencia de las mayorías, aquello de lo que se quiere convencer. Así que, por favor no la... chispoteen. ¿Desea dar su opinión?
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