ANÁLISIS A FONDO
Vueltas que da la vida
Francisco Gómez Maza
Peña Nieto: del plato a la boca, se cae la sopa
No hay mayor interés ciudadano en la política
iudad de México.- Lo verdadero no es que el priista Enrique Peña Nieto vaya a la cabeza en las preferencias electorales. Lo preocupante es que los mexicanos se están interesando muy poco en la política. Hay una abulia generalizada y, entre quienes se interesan, hay una desinformación supina.
El interés por la política, rumbo a las elecciones generales del primero de julio venidero, está por los suelos.
Así, a pesar de que el priista tiene una holgada ventaja sobre sus contendientes del PAN y el PRD, aún no aún no es tiempo de conclusiones sobre los resultados de los comicios.
Hace 12 años, a estas alturas, el puntero en las encuestas era el priista Francisco Labastida Ochoa, con 12 puntos por arriba de Vicente Fox Quesada, quien terminó siendo el primer presidente panista en la historia de México; hace 6 años, el puntero era Andrés Manuel López Obrador, con 8 puntos adelante de Felipe Calderón... Y éste entró a la presidencia de la república por la puerta posterior del salón de sesiones del Congreso de la Unión…
Lo preocupante, así, no debería de ser quién va a la cabeza en la carrera, ni quién va en la cola.
De acuerdo con la más reciente encuesta de Consulta Mitofsky, el interés en la política se mantiene muy bajo (sólo 10 por ciento de la población ciudadana está interesada en el proceso electoral). La mayoría de los ciudadanos se interesan poco o nada (61 por ciento), o regular (29 por ciento).
Peña Nieto tendrá que mantener amplia ventaja para llegar sin problemas al día de las votaciones. Su ventaja es que tiene tras de sí a una cauda de jóvenes, nuevos ciudadanos, sobre todo mujeres.
López Obrador tendrá que seguir afinando su discurso para que sea creíble entre un amplio sector de ese 50 por ciento de sufragantes. Muchos, inclusive entre quienes votaron por él en el 2006, ahora lo repelen, no le creen. La aversión hacia el tabasqueño puede detectarse en los núcleos de opinión: el trasporte público, principalmente los taxis, a bordo de los cuales se realizan las mejores encuestas de opinión.
En la más reciente encuesta de Roy Campos, publicada el martes en la página electrónica de Consulta Mitofsky, López Obrador sube un punto en opiniones negativas y dos en positivas, llegando a 23%, su mayor nivel en el sexenio aunque su saldo sigue siendo negativo.
En esta batalla, el ex gobernador priista del estado de México se mantiene con amplia ventaja a pesar de sus errores de diciembre, que le costaron tres puntos en las preferencias.
La panista Josefina Vázquez Mota, aparentemente la candidata del presidente Calderón, aunque todo el mundo diga que el delfín es Ernesto Cordero, toma nuevo impulso en la contienda interna de su partido, y sube 6 puntos, mientras Santiago Creel cae 5 y Cordero 2.
Al enfrentar a Peña Nieto y López Obrador con los 3 posibles candidatos del PAN los encuestadores hallaron que hoy sí habría diferencias, ya que es Vázquez Mota la única que arrancaría como segundo lugar.
Entre diciembre y la primera quincena de enero, en el enfrentamiento de punteros, Peña Nieto baja 1 punto; Vázquez Mota sube 2 y AMLO sube 1; pero estos movimientos aun no permiten diferenciar perfectamente quién es el segundo lugar al iniciar el año electoral. 47% cree que ganará el PRI; 22 que será el PAN y 11 que el PRD.
La popularidad de Peña Nieto no tiene rivales. Según las mediciones de Mitosfky, goza de 26 puntos de popularidad. Vázquez Mota goza de un 8 por ciento y López Obrador, tiene una opinión negativa de (-) 9.
Pero los datos no dejan de ser un ejercicio que retrata el momento. No es augurio. Como lo advierte Roy, hace 12 años el puntero en las encuestas era Labastida (12 puntos arriba de Fox); hace 6 años era AMLO (8 puntos adelante de Calderón). Y con sólo una décima parte del ciento de ciudadanos interesados en la política.
A desfondo: Las cifras reales del comercio exterior son las que vienen ocultas en el reporte que el INEGI publicó este miércoles. La neta es que (y el texto es del Instituto), con cifras desestacionalizadas (aquí mero está la clave), en diciembre pasado la balanza comercial reportó un superávit de 202 millones de dólares, mientras que en el mes anterior el saldo de la balanza fue superavitario en 541 millones de dólares. El cambio, el saldo comercial desestacionalizado, entre noviembre y diciembre de 2011, fue resultado neto de una disminución del superávit de productos petroleros, que pasó de 2,016 millones de dólares en noviembre a 1,590 millones de dólares en diciembre, y de una reducción del déficit de productos no petroleros de (-)1,475 millones de dólares a (-)1,388 millones de dólares, en esa misma comparación.
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