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1020 22 Marzo 2012

ANÁLISIS A FONDO
Florence Cassez
Francisco Gómez Maza

Nuevo juicio para Cassez
Juárez volverá a Los Pinos

Ciudad de México.- Qué habría hecho don Benito Juárez, como presidente de la Suprema Corte de Justicia que fue, en el caso Florence Cassez, su indebido proceso y las barbaridades cometidas, en el proceso de su detención, por el secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, quien tendría también que responder por el secuestro de la ciudadana francesa.

La interrogante no tiene respuesta.

Ni, por el momento, los ministros de la Primera Sala de Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) la tienen. Lo que hicieron ayer miércoles fue simplemente decidir el retiro del proyecto del ministro Arturo Zaldívar, apoyado únicamente por la ministra Olga Sánchez Cordero, que pedía la inmediata liberación de la “secuestradora” por una serie de violaciones a sus garantías individuales y sus derechos humanos por parte de García Luna. Historia de todos conocida.

Villamelón como es este escribidor en materia de alta jurisprudencia, le solicitó su parecer al doctor Clemente Sánchez Valdés, catedrático de la Sorbona de París y de otras facultades de derecho europeas.
De acuerdo con el maestro, también de la Universidad Nacional Autónoma de México, el asunto Cassez  tendrá que acabar en un nuevo juicio. Porque, por el momento, no se sabe, dentro de las pruebas en contra de la acusada y condenada, qué es verdad y qué es mentira.

En el cúmulo de papeles del proceso, hay tal cantidad de contradicciones, que lo más seguro es que la Suprema se pronuncie próximamente por la reposición del proceso de Cassez, con lo cual quedaría anulada la sentencia de 60 años de prisión, por el momento.
La SCJN le encargará la elaboración de un nuevo proyecto a alguno de los tres ministros que votaron en contra de la propuesta de Zaldívar –José Ramón Cossío, Guillermo Ortiz Mayagoitia y Jorge Mario Pardo Rebolledo– y al final del día decidirán la reposición del proceso contra Cassez, un nuevo juicio.

Eso sería lo más correcto, jurídicamente.

Y tan es así, que en la sesión de ayer el mismo José Ramón Cossío se manifestó  por el amparo a favor de Florence, aunque en contra de otorgarle la libertad absoluta e inmediata. Es decir, según Cossío, se debe invalidar la sentencia del tribunal colegiado y dictar una nueva sentencia. El mismo pidió que se reponga parte del procedimiento y se invaliden parte de las declaraciones de dos de las víctimas: Cristina Ríos Valladares y su hijo Hilario, en lo referente a que reconocen a Florence Cassez como su secuestradora, gracias a imágenes o voz, vistas y escuchadas en televisión.

Y sería lo correcto: un nuevo juicio.

Porque, a decir verdad, el secuestro que perpetró Genaro García Luna de la francesa, porque nadie negará que fue un secuestro, en honor a la debida ciencia jurídica, no invalida el juicio. No hubo, en el proyecto del ministro Zaldívar, ninguna aseveración probada de que se hubiera obtenido alguna prueba ilícita, que hubiera sido usada después en el juicio. Esto sí nulificaría totalmente el procedimiento. Por tanto, es muy difícil concluir que el secuestro perpetrado por García Luna, o el montaje televisivo producido por el primer policía de la nación, hayan contaminado todo el proceso.

Las sentencias del tribunal colegiado en contra de Cassez no se basaron en las escenas televisivas producidas por García Luna y que fueron trasmitidas por Televisa.

Lo que sucede, y esto es lo grave, gravísimo, del caso, es que no sabemos, ya dentro de las pruebas, qué es verdad y qué es mentira. No lo sabemos. Qué sucedió. Se ha dicho tal cantidad de verdades, medias verdades, mentiras, todas contradictorias, que no sabemos cuál es la verdad.

Lo más correcto sería que se reponga el proceso.

A desfondo: Hablando de Benito Juárez, en el 206 aniversario de su nacimiento, Pedro Joaquín Coldwell, presidente del PRI, aseguró que volverá a Los Pinos el próximo primero de diciembre, cuando “tome posesión como presidente Enrique Peña Nieto”. Otro tanto podrá decir Andrés Manuel López Obrador, candidato de las izquierdas, quien se ha manifestado juarista de hueso colorado. Resulta que cuando Vicente Fox “sacó a patadas al PRI” de la residencia presidencial, una de sus primeras acciones fue descolgar de la pared de donde pendía la fotografía del Benemérito de Las Américas. Los panistas son anti juarista, obviamente. Juárez es liberal. Los albicelestes son súper conservadores. Curioso, pero quien la rescató y se la llevó a uno de los muros del Palacio de Covián, sede de la Secretaría de Gobernación, fue un preclaro descendiente de porfiristas, Santiago Creel Miranda, perdedor de la candidatura del PAN a manos de la señora Josefina Vázquez Mota. Veremos y diremos.

analisisafondo@cablevision.net.mx

 

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