Suscribete
 
1329 30 Mayo 2013

 

Entre el licor sagrado de la felicidad
Hugo L. del Río

Monterrey.- Es cosa de locos. Ahora nos dicen que el 85 por ciento de los mexicas somos felices, o por lo menos, vivimos con la conciencia tranquila, llenos de confianza en el futuro. Ya uno que otro gringo nos había dicho lo mismo: muertos de hambre, pero embriagados con el licor sagrado de la felicidad en esta jauja espiritual que es nuestra alegre y tropical República.

Alégrate, mexicano, nos grita la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, OCDE: no sabes cómo te envidian los suizos. Nunca supe qué hacemos ahí, ni qué guitarra tocamos en esa orquesta. Pero si la OCDE asegura que México es el paraíso en la Tierra, así será. ¿Quién soy yo para contradecir a tan apantallante entidad? Con la mano en el corazón, estos señores nos aseguran que, con todo y que el sueldo del azteca promedio es de diez mil dólares al año (no me creo que los albañiles, las afanadoras, los boleros, los choferes de camiones y todo el infelizaje gane diez mil pesos al mes: conozco contadores públicos que devengan míseros seis de a mil), en contraste con 34 mil 466 billetes verdes en casi todas las naciones de esta OCDE que tanto se preocupa por nuestra dicha, aquí somos más felices.

¿Será que la marmaja está divorciada de la delicia de espíritus sanos? ¿Sólo al hambriento le está reservado ese lecho de rosas que el tesorero real Julián de Alderete le negó a nuestro Cuauhtémoc? ¿Qué importa que en salud pública ocupemos el lugar 34 de la lista, si el orgullo patrio queda a salvo al constatar que Turquía está peor que nosotros? La mujer, ya lo sabemos, en la psicología del machín es sirvienta, esclava sexual y punching bag cuando andamos de malas o amanecemos crudos. Por ello apenas el 43 por ciento de las féminas trabajan en las mismas faenas que el varón, pero con menores salarios. Sesenta por ciento en la OCDE excepto, claro, las turcas.

Por sobrepoblación no debemos inquietarnos: en 2002 el índice de asesinatos era de siete por cada cien mil habitantes; ahora estamos en 23.7 por cien mil y vamos subiendo. Falta mucho para que alcancemos a Honduras, pero la policía y los narcos están haciendo su mejor esfuerzo. En expectativa de vida, 74 años, nos superan casi todos nuestros socios de la OCDE, pero ah, les ganamos en número de colonias sin pavimento, agua, teléfono ni electricidad.

Tal vez la razón asiste a la OCDE. El mexicano cada día está más pendejo, y como escribió Erasmo, “la existencia más placentera consiste en no reflexionar nada”.

 

Su nombre :
Su correo electrónico :
Sus comentarios :

 

 

15diario.com